No diga recorte, diga Griñán

Luis Rogelio Rodríguez-Comendador
Alcalde de Almería
 
En los últimos días los responsables de la Junta de Andalucía se empeñan en jugar la batalla dialéctica del recorte expresivo, llamando reequilibrios o ajustes a lo que ellos mismos llamaban antes recortazos, hachazos o tijeretazos. Pero no entremos en disquisiciones sobre los términos más precisos. Con decir "Griñán" ya está dicho todo. Y es que una cosa es tener que reducir gastos cuando tienes que organizar una economía corrigiendo datos falsos, como le ha pasado al Gobierno central, y otra bien distinta heredar el déficit que tú mismo has generado y pretender echarle la culpa a otro. Y así, el señor Griñán podrá disfrazarlo como quiera, pero aunque sus recortes se vistan de imperativo legal, en recortes se quedan. Los andaluces acabamos de conocer oficialmente la verdad de una situación que ya en su día denunció el Partido Popular: Griñán había mentido en la elaboración de los Presupuestos y forzosamente habría de aplicar las mismas medidas de recorte que está poniendo en marcha el Gobierno central. Y ya han llegado los recortes: 3.500 millones que habrá que restar, derivados de la irresponsabilidad y nefasta gestión del PSOE. Nunca hasta ahora los andaluces nos habíamos enfrentado a un horizonte de más impuestos, menos gasto social, una afrenta continuada a los funcionarios y menos inversión pública. Pero que nadie se llame a engaño: el déficit que arrastra la Junta lo ha creado la propia Junta. Si Griñán busca culpables del estado financiero del gobierno andaluz no tiene más que ponerse ante un espejo.

Por lo tanto, por mucho que Griñán y sus socios de IU pretendan hacer pasar todas estas medidas como algo que no afectará al estado de bienestar y al mantenimiento de los puestos de trabajo, difícilmente podrá entenderse que la disminución de los sueldos de los trabajadores públicos o la eliminación de un plumazo de la contratación de obra pública no vayan a tener consecuencias en la economía de las familias andaluzas. ¿Dónde está ahora la vigorosa defensa de esas famosas "líneas rojas" que anunciaban hace apenas unas semanas los socialistas? La firmeza de los planteamientos en defensa del estado de bienestar se ha convertido, en apenas 48 horas a un nebuloso cóctel de justificaciones e intentos de camuflar una evidencia que a ningún andaluz se le puede escapar: los socialistas han gestionado desde el descontrol y el despilfarro y ahora se ven obligados a rectificar acuciados por la calamitosa situación financiera que ellos mismos han propiciado. Veremos ahora qué argumentos son capaces de fabricar para explicar que se debe protestar en la calle por los recortes del Gobierno central pero no por los que ellos mismos ordenan.

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