Sectores internos del PP quieren que Arenas abandone

Antonio Castro
Periodista

La situación de Javier Arenas al frente del PP de Andalucía se puede convertir en un problema para el partido. Desde algunos sectores internos se está presionando para que el actual líder de los populares andaluces se decida a iniciar su retirada, posiblemente hacia Madrid. Las ausencias de Arenas en actos oficiales en los que tenía que estar como líder de la oposición, y las declaraciones públicas de algunos cargos del partido, como es el caso de Esperanza Oña, ponen al actual presidente del PP-A en una difícil tesitura. Arenas ya ha anunciado que se presentará a la reelección como presidente del partido, en el congreso que se celebrará el próximo mes de junio. Sin embargo, lo que quieren provocar algunos sectores internos es su renuncia pública a la candidatura a la Junta en unas próximas elecciones autonómicas, que serían sus quintos comicios como candidato.

Quien más está apostando por la renuncia de Arenas es la propia Esperanza Oña. Alcaldesa de Fuengirola, actual vicepresidenta del Parlamento andaluz y representante siempre del sector crítico interno con el presidente del partido, Oña ya ha dicho que espera que Arenas se vaya de la política andaluza porque tiene un puesto en Madrid como alternativa. Estas declaraciones, que no han sentado nada bien en el círculo próximo a Arenas, son compartidas por otros líderes del partido que, sin embargo,  prefieren no contribuir a una posible desestabilización del PP andaluz provocando así una reacción a favor del líder.

Las ausencias de Arenas
Arenas, sin embargo, está dando bazas a sus adversarios internos con sus últimas ausencias e intervenciones. Ya en el debate de investidura del presidente Griñán, su discurso como líder de la oposición dejó mucho que desear, según una opinión compartida incluso por algunos responsables públicos de PP.

Por otra parte, la ausencia de Arenas como jefe de la oposición en el acto de toma de posesión del presidente Griñán, al que asistieron Cristóbal Montoro y Juan Ignacio Zoido, entre otros, se ha interpretado incluso en sectores internos del PP como un gesto más del líder popular andaluz hacia su distanciamiento progresivo. De hecho, tras el acto solemne de toma de posesión de Griñán, Esperanza Oña ha vuelto a la carga asegurando que es tiempo de "renuncias", en lo que parece una clara alusión a su presidente.

Arenas, en cualquier caso, volverá a ser presidente regional en el próximo congreso. Sin embargo, la batalla se abrirá en la formación de un equipo que tendrá que ser el que afronte las futuras elecciones autonómicas con un nuevo candidato. Y es aquí donde tanto Esperanza Oña como otros líderes internos parecen dispuestos a pugnar por ocupar cuotas de poder de cara al futuro.

Según algunas fuentes internas del PP, Arenas está dispuesto a asumir una mayor presencia en Génova, abundando en su responsabilidad como responsable de la política territorial del partido. Sin embargo, desde el equipo de María Dolores de Cospedal se prefiere no plantear siquiera ningún cambio en los equilibrios que salieron del pasado congreso nacional, celebrado en Sevilla.

Un progresivo distanciamiento de Arenas de la política andaluza dejaría al PP descabezado en el grupo parlamentario, que aun estando en la oposición es el que más diputados tiene en la presente legislatura. A ello se uniría la posible salida de los alcaldes del PP que están en la Cámara, entre ellos los de Sevilla, Córdoba y Huelva, si el Tribunal Constitucional decide mantener la legislación andaluza que impide que puedan compatibilidad sus cargos con el de diputados autonómicos.
(El Confidencial) 

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