Pedro Mena Enciso
Profesor de Historia
Desde ASAFAL (Asociación de Amigos del Ferrocarril) recordamos aquel histórico momento, de finales de los años noventa, cuando proponíamos al alcalde de Lucainena nuestro proyecto de Vía Verde. Y resultó que el citado edil, Juan Herrera, se lo tomó en serio y hoy es una hermosa realidad para uso y disfrute de vecinos y visitantes con lo que ello conlleva para impulsar el turismo además de servir de ejemplo para otras localidades de nuestra provincia. La citada Vía Verde discurre desde la antigua estación de ferrocarril por un espacio de 5,5 Km hasta el Puente del Saltador en Rambla Honda. Cualquier persona puede hacer este suave recorrido apto también para ciclistas. El pequeño pueblo de Lucainena de las Torres ha sido capaz de transformarse hasta hacerse verdaderamente atractivo con Sierra Alhamilla como telón de fondo.
Vía Verde de Lucainena de las Torres |
Si nos preguntamos ¿qué son las Vías Verdes? podemos responder afirmando que surgen del aprovechamiento de los viejos trazados ferroviarios hoy en desuso. Consistiría, pues, en aprovechar las vías del tren para convertirlas e itinerarios naturales con lo que ello supone para construir mecanismos de vida saludable. Buceando en la historia, podemos descubrir que el ferrocarril minero de Lucainena hasta el embarcadero de Aguamarga, a 35 Km de distancia, se construyó a finales del siglo XIX debido a la abundancia de mineral de hierro que existía en Sierra Alhamilla. En 1942 se interrumpe el servicio ferroviario como consecuencia tanto del agotamiento de los filones como del cambio de ciclo económico internacional. Sin embargo, podemos decir que durante décadas las minas y el tren sirvieron para dar trabajo a mucha gente tanto de Lucainena como del resto de la provincia.
Hasta ese momento el pueblo sólo vivía de la agricultura y, a partir del boom minero-ferroviario, la localidad experimentó grandes cambios sociales, económicos y tecnológicos: a comienzos del siglo XX, Lucainena tenía alumbrado eléctrico y contaba ya con cerca de cuatro mil habitantes que disfrutaban de cierto bienestar al disponer de servicios básicos como escuela, teatro, telégrafo, estafeta de correos, puesto de la Guardia Civil , juzgado, tres sucursales bancarias, transporte, dos médicos, practicante y comadrona. Sabemos que la empresa minera llegó a construir un hospital y que la vida comercial estaba presente a través de negocios relacionados con la agricultura además de carnicerías y tiendas de comestibles, panaderías, tiendas de tejidos, barberías, estancos, ferreterías, carpinterías, droguería, relojería, bares-restaurantes, tabernas, zapaterías…En definitiva, el viejo tren minero proveía de todo lo necesario para vivir en Lucainena.
Hoy, gracias a sus habitantes y a la Vía Verde , este pintoresco y bello lugar de la geografía almeriense goza de una gran atracción y desde Puerta Purchena les recomendamos visitarlo, disfrutarlo y, sobre todo, recorrer los 5,5 Km abiertos de este camino natural que en el futuro se prolongará. Desde ASAFAL lanzamos al Alcalde, como ya hicimos con la Vía Verde , la idea de poner en marcha un tren minero que, aprovechando la vía ferroviaria (por tanto, con un coste mínimo), haga un pequeño recorrido. Estoy seguro de que la vieja locomotora de vapor, perfectamente sostenible desde el punto de vista económico, sería un gran atractivo tanto para el progreso de este laborioso municipio como para el turismo cultural y de ocio indisolublemente unido a la Naturaleza.
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