Algarrobico y alcaldes: la chapuza humana

Antonio Ruiz de Elvira
Catedrático de Física Aplicada

Alcaldes de pueblos de Almería reclaman que se abra el Algarrobico, para ver si al conseguir esa apertura luego pueden seguir con su expoliación de la costa. Almería es hoy un desierto. Nunca tuvo mucha lluvia, pero desde hace unos 100 años tiene menos que antes. La causa es la deforestación feroz producto del descubrimiento de oro en las minas de Rodalquilar en 1890. Para la minería y el transporte a puerto del mineral se deforestó masivamente la provincia. Sin árboles que aporten unos gramos de agua al aire por evapotranspiración, y árboles que retengan el suelo frente a las avenidas de agua que caen de vez en cuando hasta en el Sahara, las tierras se desertizan. Almeria no es más rica hoy por unas minas que se agotaron hace tiempo. Almeria no va a ser mas rica mañana por abrir un hotel en la única zona aún semi-virgen de la costa española.

El turismo trae dinero, pero no crea riqueza, porque no es una economia productiva. Es una economía de gasto, y eso reparte un poco de dinero para trabajo de camareros, pero no genera riqueza. La riqueza de verdad es conseguir energía a manos llenas, sin pagar por el combustible. Y con la energía, diseñar productos que se puedan vender por su precio y calidad en todo el globo. Esa es la riqueza real, la que se reparte entre todos, la que genera estratos sociales abundantes y ricos, dueños de sus destinos, y no como en la chapuza española actual, mendigos de merkels y mercados, pordioseros de las obras de Quevedo, de Cervantes, de aquella España deslumbrada por la plata de América (¿por el turismo del norte?) que olvidó la idea del trabajo y del esfuerzo a cambio de la limosna de los demás. 

¿Que se persigue con esa petición de abrir el Algarrobico? No 'trabajo para el pueblo', que ese hotel produciría en una cantidad ridícula. Se pide seguir con el pelotazo: La idea española (cuando se arrasó Mexico y Perú) de un esfuerzo de dos años y riqueza para toda la vida (¿100 años?). La idea de ''Yo tengo un solar que no vendo, pero si se hacen hoteles, lo puedo vender por 10, 20, 100 millones''. Se quita el tapón a la especulación de la costa. Dinero sin esforzarse, dinero que se concentra en tres manos y se disipa cómo la plata del Potosí, como el oro de Rodalquilar. De nuevo, ¡otra chapuza como las de los demás gestores sociales de esta España nuestra!

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