Jesús Pozo
Periodista
Vuelve el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar a ser el pim-pam-pum de políticos, empresarios, periodistas y ecologistas con lo que califican ya los últimos como “el segundo Algarrobico”. Por cierto, ahí sigue enhiesto y desafiante el mastodóntico edificio a pie de playa, acumulando euros en facturas para la supuesta indemnización que a ver quién acaba por pagar ahora que la caja está en menos cero. El “segundo Algarrobico” es un pretendido hotel (del que sólo recuerdo haber visto hace varios años un plano de un edificio de una planta semienterrado en la montaña) que proyectó el prestigioso arquitecto Álvaro Siza en el Campillo de Gata para Marcos Eguizabal, y que, tras fallecer, han heredado sus hijos.
Vista de Las Salinas de Cabo de Gata. En primer término, la barriada de La Fabriquilla, en la que se proyectó el hotel de Álvaro Siza. Foto Jesús del Pozo |
El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) avala su legalidad y ya se han puesto en marcha los protocolos para casos como este, en el que, aviso, hay mucho dinero de por medio. ¿Habrá permuta de terrenos para conservar intacto ese trozo del Parque? Eso intuyo por la muy reciente propuesta del alcalde de Níjar (PP) a la Junta de Andalucía para crear un área de desarrollo residencial y hotelero fuera del espacio protegido. Ya nos vamos entendiendo. ¿Ese supuesto centro residencial se realizará entre invernaderos? ¿Se podrá levantar entonces una mole como el Algarrobico de Carboneras por estar fuera de los límites del Parque, aunque esté en su cinturón cercano?
Tampoco será de extrañar que se potencie la polémica desde otros intereses ajenos al medioambiental del Parque para tener, una vez más, el foco despistado ante otras incongruencias y agresiones al entorno que siempre, por un Algarrobico o por otro, pasan desapercibidas. Por cierto, lo dije cuando gobernaba el PSOE y lo digo ahora cuando gobierna el PP en casi toda la finca: tendrá que llegar el día en el que se compense al municipio de Níjar por tener un parque natural paradisíaco que le ha impedido el mismo desarrollo económico que a otros municipios cercanos. Por ahí habría que haber empezado hace muchos años, y sus habitantes serían sus máximos defensores.
Todo esto será así por los siglos de los siglos, amén, hasta que la Administración se decida proteger de verdad y con todas las consecuencias presupuestarias el Parque Natural. Y eso pasa por un verdadero plan que, utilizando los recursos naturales, enseñe a sus habitantes que se puede vivir sin avaricia y sin pelotazos.
Además de las 80 especies que albergan las salinas, espacio de excepcional valor ecológico y parada obligatoria de las aves que migran desde el norte de Europa a África, hay ya que dar alternativa a una población que también quiere vivir, en y de su tierra, sin la necesidad de proyectos de este calibre.
Y también habrá que pedir a las multinacionales que están instaladas desde hace muchos años en el entorno cercano del Parque que colaboren un poco… simplemente, un poco. También sería bueno para ellas. Pero ya se sabe…”a río revuelto, ganancia de pescadores”.
(efeverde.com)
No hay comentarios:
Publicar un comentario