Juan Folío
La Opinión de Almería
Anoche celebró su anunciada asamblea general la Caja Rural de Canarias. Entre los diversos puntos del orden del día figuraba uno que era especialmente interesante para el futuro de la cooperativa de crédito: si los cooperativistas aprobaban o no la integración de la entidad en Cajas Rurales Unidas, la entidad cooperativa de crédito surgida de la unión entre la almeriense Cajamar y la levantina Ruralcaja. Por una amplia mayoría, superior al 85 % de los votos, se acordó la integración en CRU. El verano pasado, la Caja ya había aceptado la integración en Cajamar.
Un momento de la presidencia de la asamblea general de Caja Rural de Canarias |
El director general de Caja Rural de Canarias, José Luis Ramírez, explicó que esta integración mantiene la fórmula del Sistema Institucional de Protección (SIP) reforzado con "un control importante del grupo CRU". No obstante precisó que dispondrá de total libertad a la hora de operar para Caja Rural de Canarias. "El objetivo es ser más fuertes y tender a alcanzar las ratios de eficiencia del grupo, su liquidez y compensar un poco la morosidad".
Por otra parte, se aprobaron las cuentas del pasado año, que Caja Rural de Canarias cerró con un crecimiento de 2,5 millones de euros. El propio Ramírez calificó el incremento como pequeño, si bien destacó que se produce en pleno proceso de crisis y "mientras otras entidades tienen pérdidas". "Los beneficios", añadió, "podrían haber ascendido a diez millones, pero la entidad decidió dotar a provisiones ocho millones". Ramírez destacó que el resultado acumulado en lo que va de 2012 es aún mejor, con un crecimiento del 60 %, que se reduce a un 20 % con las provisiones. "Estamos siendo muy previsores para garantizar la morosidad que se pueda generar, sobre todo por el elevado paro que hay en Canarias", destacó el director general de la entidad.
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