Teleprensa
Editorial
Era un secreto a voces, pero nadie de la oposición parecía dispuesto a querer decirlo en alto. Lo cierto es que el Patronato Provincial de Turismo, desde que se iniciara la legislatura, lejos de ser ese ente transparente que nos han querido vender los populares al anunciarnos incluso una convocatoria de concurso que luego nos rectificaron -toda la prensa lo entendió fatal ya que no era tal sino un anuncio para que cada cual entregara su currículum y pudiera optar a la gerencia-, que cada día que pasa es un poquito más el cortijo del presidente de la Diputación Provincial, así como alcalde de Roquetas de Mar, Gabriel Amat.
La convocatoria partió viciada. Porque la elección de la Gerente ha sido, como todas hasta ahora, a dedo, y no tildarla de política cuando se utiliza ese cargo para hacer política, sólo porque no sea un militante reconocido quien esté al frente, pues es una idiotez. La buena mujer que dirige el Patronato no sólo tiene el 'mejor' currículum de los presentados y cuenta con el beneplácito de Amat, que es quien la ha nombrado, sino que muy probablemente conoce a alguien muy cercano a la casa que no sólo le ha abierto las puertas de la institución sino que le ha dado las directrices de cómo actuar.
Y en esas directrices está sin duda promover la llegada de turistas a Almería pero vía Roquetas de Mar, que es donde hasta ahora prácticamente se están alojando todos los que realizan 'tournées' por esta provincia.
Hoy, por fin, desde las filas socialistas se ha hecho este reproche que desde luego no es menor en una tierra como Almería con una amplia costa y municipios de gran peso en esto del turismo. No sé lo que pensarán el resto de alcaldes pero los pasos que da el Patronato de Turismo no benefician por igual a todos ni tampoco parecen muy equilibrados.
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