Jefa de Andalucía de El Correo de Andalucía
Cuatro días después de que Javier Arenas lo señalara como el candidato idóneo para sucederle al frente del PP-A, Juan Ignacio Zoido aceptó ayer formalmente el reto de dirigir el partido en este cambio de ciclo. El alcalde de Sevilla se lo pensó porque puso como condición no renunciar al ayuntamiento. Así será. Dejará, no obstante, la presidencia de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) cuando sea elegido en el congreso que se celebrará en Granada del 13 al 15 de julio. No será designado candidato a la Junta, lo que infiere cierto carácter de interinidad a su nombramiento. Zoido aclaró que asumirá el reto porque su propuesta genera "unidad y consenso". Será el único candidato. Ese era el plan de Arenas, que se va a Madrid a su cargo de vicesecretario de Política Local y Autonómica junto con el secretario general del PP-A, Antonio Sanz, tras el fiasco del 25-M. También Génova bendice la operación, especialmente la número dos, Dolores de Cospedal. Ha sido clave el comunicado del miércoles de los ocho dirigentes provinciales cerrando filas con el regidor y frenando las suspicacias de la organización oriental.
Pese al golpe de timón de los dirigentes provinciales, impulsado por la sede de San Fernando, y por mucho que las direcciones regional y nacional insistan en que Zoido es la única persona capaz de aunar voluntades, las reticencias no se han sofocado. Málaga es el territorio más crítico con el ascenso de un político al que se identifica al cien por cien con Sevilla, provincia que despierta antipatías. El alcalde malagueño, Francisco de la Torre, ha llegado a decir que lo ve "saturado de trabajo" y le pide "dedicación exclusiva". No es el único, aunque solo el veterano regidor, que va por libre, ha lanzado sus críticas alto y claro. Zoido quiso acallar ayer cualquier duda sobre la acumulación de cargos. Es consciente, además, de que la oposición en el consistorio va a hacer leña con este asunto. Durante unos días se ha pensado el ofrecimiento, pero ayer afirmó rotundo que el nuevo puesto "no le va a restar nada a Sevilla". "Se lo voy a restar a mi familia", dijo. Renunciará a la presidencia de la FEMP, un puesto que, según sus colaboradores, sí le quita tiempo.
El alcalde quiso dejar claro que Sevilla seguirá siendo su prioridad y que si el Constitucional no se pronuncia en contra del veto a los regidores diputados, elegirá el gobierno de la ciudad y se marchará del Parlamento. Se volvería así a un modelo en el que el jefe de la oposición está fuera de la Cámara, que ya ocurrió con Arenas de 2004 a 2008. "El Ayuntamiento de Sevilla es mi compromiso, mi objetivo, mi preocupación y me ocupación", zanjó. Repitió varias veces que su "única responsabilidad institucional" es y será el consistorio e insinuó que volverá a presentarse a las municipales en 2015.
Esa es, de momento, la única certeza, porque la candidatura a las autonómicas está en el aire. El modelo diseñado por Arenas implica que Zoido tome las riendas del partido los próximos dos años junto a un equipo en el que figuren posibles candidatos a la Junta. Los mejor situados son el alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto; el portavoz parlamentario, Carlos Rojas; el secretario de Estado de Ana Mato, Juan Manuel Moreno; o la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo. El PP-A abordará este debate en su momento, "ahora no toca", insisten fuentes del partido. Zoido eludió aclarar si se presentaría a las elecciones andaluzas. "No estoy en ese escenario. Son solo conjeturas", señaló.
Ahora tiene por delante una tarea compleja. Además de organizar en tiempo récord el congreso regional, debe forjar un liderazgo fuerte y un nuevo equipo con el que todas las provincias se sientan representadas. Aunque en el PP-A niegan las cuotas territoriales, las provincias ya están presionando para colocar a sus afines en los puestos dos y tres del organigrama popular. El nuevo presidente buscará un secretario general "muy potente", señalan las mismas fuentes, que se recorra Andalucía de punta a punta y que supla las ausencias obligadas del alcalde de Sevilla. En el haber de Zoido cuentan los dos años como secretario general del PP-A, en los que conoció de primera mano los entresijos de la organización.
Sobre su proyecto político, prometió "trabajar duro" para llevar al partido "hasta las cotas más altas" de poder y para que llegue a gobernar en Andalucía después de 30 años en la oposición. Su receta: que el PP "siga hablando el lenguaje de la calle", una fórmula que le llevó a arrasar en las pasadas municipales. A Arenas el "sueño" de conquistar San Telmo se le escapó de las manos cuando más cerca lo tenía y precisamente esa victoria amarga es lo que ha precipitado su marcha a Madrid. En la ronda de agradecimientos, el alcalde de Sevilla fue especialmente cariñoso con Arenas, del que destacó su "esfuerzo y sacrificio" por transformar el partido. Pero Zoido decidió hacer estas declaraciones sin la presencia de su antecesor ni de ningún otro miembro de la cúpula del PP-A, quizás para negar cualquier tutela o interferencia. Habló con los periodistas en los pasillos del Parlamento y contó que en estos días ha recibido muchas llamadas animándole a presentarse al congreso. Agradeció la "confianza" de Mariano Rajoy y de Cospedal.
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