Simón Ruiz
Redactor-Jefe de La Voz de Almería
No calculó demasiado bien las horas José Antonio Griñán. Nos contó a los periodistas que a las diez de la noche tendría cerrada su nueva Ejecutiva y hasta las siete de la mañana no lo consiguió. Puede ser cierto que la noche del sábado, mientras cenaba, ya tuviera a su núcleo duro, pero hubo puestos que se resistieron. En la delegación del PSOE de Almería, al llegar la madrugada se conocía que entraban dos secretarias ejecutivas, de las de poder, Inés Plaza y Caridad Herrerías, y que dejaban de ocuparlas Francisco Guil, Francisca Pérez Laborda y Pilar Navarro. De tres se pasa a dos. Respecto a las vocalías, Manuel García Quero quedó huérfano de cargo y llegaron hasta esos puestos el alcalde de Albox, José García, y Vanesa Lidueña, concejal en Vícar. De uno se pasó a dos. Aumentó, por tanto, la presencia entre los vocales, pero la incorporación de Vanesa Lidueña hizo sudar más de la cuenta a Antonio Bonilla y Juan Carlos Pérez Navas. “Ha entrado a las siete de la mañana”, se escuchó cuatro horas más tarde en el Palacio de El Toyo. Y también se escuchó: “Las cosas importantes se deciden siempre al alba y antes de que cante el gallo”.
Almería tiene cuatro miembros en la ejecutiva regional |
Sánchez Teruel, feliz
Había satisfacción en la dirección provincial por lo conseguido. Así lo transmitía a este periódico el secretario general, José Luis Sánchez Teruel, una vez acabado el cónclave, mientras al final de un pasillo se perdían las sombras de José Antonio Griñán y Alfredo Pérez Rubalcaba, abrazados.
Había satisfacción en la dirección provincial por lo conseguido. Así lo transmitía a este periódico el secretario general, José Luis Sánchez Teruel, una vez acabado el cónclave, mientras al final de un pasillo se perdían las sombras de José Antonio Griñán y Alfredo Pérez Rubalcaba, abrazados.
Ha acabado la cita de El Toyo, convertido, según insistía Teruel, en el “corazón” del socialismo andaluz. Y en apenas seis días hay cita con otro “corazón”, con el del Poniente, con Vícar, sede del congreso provincial ordinario del PSOE de Almería. Algunos de los delegados o invitados que irán al cónclave, alineados o no con la dirección, ya han ensayado este fin de semana en los pasillos del Palacio de El Toyo, y más cuando en sus móviles empezaron a llegar los mensajes con el porcentaje de respaldo a Griñán en su proclamación como secretario general.
Pero para esa cita quedan cinco días. Antes, los almerienses han podido escuchar los elogios de José Antonio Griñán al Palacio. “Que se entere el Ayuntamiento de Almería que este centro puede ser usado para grandes congresos y generar riqueza a través del sector turístico”, proclamó desde el estrado del Plenario. De Almería también se acordó un Alfredo Pérez Rubalcaba, que siempre usa referencias geográficas donde pronuncia un discurso. Ayer fue con motivo de los recortes en becas, “que no afectan igual a un estudiante de Vera, en Almería, que a uno de Águilas, en Murcia”. Al primero le gestiona la educación un Gobierno socialista. Al segundo, el popular Ramón Valcárcel. Poco más dijo Pérez Rubalcaba de Almería. Sí nombró al aeropuerto. “He llegado temprano”. Quizá al alba, antes de que cantara el gallo.
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