Congreso PSOE: "Yo no he sido"

Miguel Cárceles

Ideal

El voto es secreto. Nadie puede meterse en las cabinas secretas. Ni puede revisar los sobres. Pero los números apoyan la tesis: Almería ha sido de las pocas delegaciones sin disensiones y votó ayer unánimemente a favor de la única candidatura a la Secretaría General del PSOE andaluz, la de José Antonio Griñán. «Yo desde luego no. Lo han podido ver porque he enseñado la papeleta», dice entre sonrisas el jefe de filas de la delegación almeriense, el secretario general provincial José Luis Sánchez Teruel.

A posteriori, apenas había sorprendidos por el hecho de que Griñán saliera elegido por el 71% de los votos, un porcentaje que remarca la existencia de un sector crítico (28,7%) que pese a haber aprobado de forma ampliamente mayoritaria su gestión, se resistió a apoyarle como líder del partido y emitió un voto en blanco. Asumían todos que era un porcentaje amortizado ya conforme se habían ido conociendo, en las últimas semanas, los resultados que otorgaban los 'congresillos' provinciales del partido.

María Isabel Requena, delegada del Gobierno, también sonreía al ser preguntada sobre si, aunque fuera por error, había metido la papeleta en blanco. «En Almería no ha habido disensiones. Hemos ido todos a una», remarcaba. También soltaba una sonora carcajada otra delegada almeriense en el Congreso, Esperanza Pérez -portavoz del grupo socialista en la Diputación-.

Los números avalaban sus tesis. Los votos de los críticos de las provincias de Córdoba, Málaga, Sevilla, y muy especialmente Cádiz y Jaén, sumarían los 159 votos en blanco emitidos ante la consulta sobre la Secretaría General, frente a los 393 a favor de que Griñán continúe en el cargo. La cifra no es baladí, sólo Manuel Chaves fue elegido secretario general con menos apoyos, en 1994, cuando los sufragios del Congreso alcanzaron el 64% (seis puntos menos). Desde Almería se le resta importancia. «Yo me enorgullezco de pertenecer a un partido en el que se explicitan que hay diferentes maneras de ver cómo se gestiona un partido», indicaba Mari Carmen Núñez, delegada en el cónclave de El Toyo y concejal en el Ayuntamiento de Almería.

La seguridad de los almerienses de haber estado todos en el 'saco' de Griñán -junto a las delegaciones de Huelva y Granada- pasa por el propio resultado del 'congresillo'. Las dos listas alternativas, una liderada por Ana Cano (del entorno de Martín Soler) y otra por Juan Antonio Lorenzo (de la rama de Juan Antonio Segura Vizcaíno) se quedaron sin representación en El Toyo al no alcanzar siquiera el 20% de los sufragios. Juntos, se habrían acercado a ese 30% de representación de críticos alcanzado ayer en el global regional, habrían tenido representación y habrían elevado, probablemente, algunos puntos más, el 'voto de castigo' vivido por parte del único candidato al liderazgo socialista regional, el del presidente autonómico José Antonio Griñán.

No obstante, en la delegación almeriense, afín al secretario general ya reelegido, la tranquilidad se traslada incluso a los nombramientos para la futura ejecutiva. No hay aspiraciones a colocar a militantes almerienses en los grandes cargos aún en disputa. Especialmente en la Secretaría de Organización que abandona Susana Díaz -consejera de Presidencia-. El líder de los socialistas andaluces pretende separar en su nueva ejecutiva las dos proyecciones del partido: la interna y la externa. Para la externa ya desveló que colocará al onubense Mario Jiménez en la Vicesecretaría General. De él dependerá la imagen que la formación proyecte en la sociedad, sus mensajes políticos. Para la fontanería de partido será exclusivamente la Secretaría de Organización. Éste puesto, aún vacante, no se ambiciona desde Almería.

Aportar

El interés del equipo de Sánchez Teruel pasa por aportar a la Ejecutiva regional aquello en lo que Almería está fuerte. Y que la nueva dirección de la sede socialista de la sevillana calle de San Vicente haga lo propio a la inversa. ¿Qué necesita Almería? Esa es la clave. «No es tiempo de infraestructuras», comentan fuentes internas de la organización en Almería. Ésta había sido una secretaría que había ocupado Almería en la última etapa. Primero con el propio Sánchez Teruel al frente. Después con el ex alcalde de Alhama, Francisco Guil. La puerta, abierta de par en par.

Lo que sí que dejó entrever la dirección almeriense ayer es, aparte de su apuesta por el mundo municipalista y los posibles liderazgos que podrían aportar tanto al partido como a la Administración autonómica, su intención de no dejar irse a Sevilla a quienes pudieran ocupar cargos de responsabilidad de la Junta de Andalucía en Almería. Es decir: o en un lado, o en el otro. Pero en los dos, rotundamente no. «Hay que separar la institución y el partido», remarcan fuentes de la Ejecutiva.

Hoy, con la votación de la nueva ejecutiva, se solucionará una de las dos incógnitas. Y a su vez, se despejarán algunas dudas. No sólo quiénes llevarán la voz de Almería a la mesa de dirección socialista de Griñán, sino también quienes este martes, o el próximo o el siguiente, no serán designados delegados provinciales de las consejerías.

En Almería durante este fin de semana todo parece pacificado, una piña. No obstante, el fin de semana próximo habrá congreso provincial. Sánchez Teruel se enfrentará a la reválida con los resultados de El Toyo finiquitados, pero ahí, en Vícar, sí se sentarán los críticos.