Juan Torrijos
Periodista
Estamos ante el pueblo almeriense donde más concejales se han marchado de sus formaciones políticas. Como sigan así al final consiguen la alcaldía. El PA, el PP y el PSOE han perdido cada uno de ellos un edil, que se han pasado al llamado grupo mixto. Pero no es éste el motivo que me lleva a poner a Vera en letra impresa, aunque se merece alguna reflexión sobre lo ocurrido y los políticos que lo han protagonizado. Lo que más me ha preocupado es que un político, Francisco Vázquez, firmara en su día, como así lo hizo, un contrato al anterior gerente de Codeur (empresa público-privada que gestiona el saneamiento y abastecimiento) con más de ciento ochenta y dos mil euros (182.000) al año de sueldo, y una indemnización de más de quinientos mil (500.000) el día en que fuera despedido.
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| Javier Lamas, exgerente de Codeur |
¿Quién presionó y con qué al señor Vázquez para que firmara con dinero de todos los veratenses un contrato tan abusivo al gerente de una empresa en la que el ayuntamiento tenía el 51%? ¿Sabía el alcalde de entonces, Félix López, lo que firmaba su primer teniente de alcalde y edil de urbanismo?
Suena a broma de mal gusto que tengamos que hablar y escribir de estas cuestiones. Pero estos señores, por tratarles con cierto respeto que no parecen merecer, han jugado con el dinero de los ciudadanos de Vera con total impunidad. No se trata de que paguen políticamente, que ya está bien de tomadura de pelo. Se trata de que estos elementos paguen con sus huesos en la cárcel por tanta tropelía como se ha cometido en nuestra provincia. No lo conseguiremos, ya lo verán. Ni siquiera devolverán el dinero que se han llevado o que se han gastado alegremente. Como no tiene dueño, dicen. ¡Qué cara!
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