Juan Torrijos
Periodista
Ciertas contradicciones estamos viendo en estas semanas sobre el posible y futuro número dos del PP en Andalucía. El nombre de la paisana de Adra ha aparecido en las quinielas, y miren por donde, desde la propia Almería, su tierra y la nuestra, mientras unos ven bien el papel que podría hacer en la vida interna del partido, otros no lo ven igual y descartan que Carmen pueda ocupar ese cargo. Un detalle. Cuando Carmen quiso mandar y poner a un hombre de su cuerda en el calle Arapiles, se encontró con un muro imposible de superar. Ese muro sigue levantado para su nombramiento como número dos en el PP. Es posible que así sea. Y los comentarios aparecidos en prensa sobre su idoneidad o no para ser la número dos así lo hacen entender.
Arenas izó a las alturas del PP a la señora Cospedal, y ya ven como le está pagando al campeón. ¿Le temen a Carmen Crespo? Y si le temen ¿quién tiene miedo a que Carmen consiga poder real dentro del partido en Andalucía?
Va a ser interesante vivir estos días de julio y calor que faltan para el congreso de los populares. Zoido quiere continuación. Es hombre de Arenas. También la quería Chaves al dejar a Griñán, y miren cómo ha acabado el chiringuito del PSOE, saltando por los aires. Zoido quiere un equilibrio natural en la dirección del PP. ¿Alguien me puede indicar qué es eso del equilibrio natural dentro de un partido? El mayor equilibrio natural que he encontrado en la red es la familia. ¿El señor Zoido es capaz de poner a toda su familia en la dirección del partido? ¿Mayor equilibrio? Imposible. ¿Más natural que la familia? Nada se encuentra. Pues a ello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario