Mojácar, la pequeña Ibiza

Ana Segura

Periodista

 

El sol, en pocas ocasiones abandona Almería. Aquí se aloja durante todo el invierno y sus rayos se adentran a todos los rincones. Mojácar, situada en la parte oriental de la provincia, al cobijo de una colina de la Sierra de Cabrera, lo recibe con los brazos abiertos. Pueblo luminoso, de casas blancas arremolinadas, unas con otras y calles estrechas. Con una temperatura media de 30 grados en época estival y 17 kilómetros de costa se descubre. Un municipio símbolo de la memoria arábigo andaluza, que fue tomado por los musulmanes del norte de África en el siglo VIII. Ellos convirtieron a la provincia de Almería en la autoridad del Califato de Damasco.

 

Con un mismo nombre, el municipio mojaquero está dividido en dos. Por un lado, el pueblo, compuesto por un deslumbrante y laberíntico caserío que desciende hasta la costa. Y, por otro, la playa, donde se levantan las nuevas urbanizaciones, fruto del desarrollo turístico que ha experimentado el lugar en la última década. Un recorrido compuesto por 13 playas, donde la arena de grano medio -esa que no se pega al cuerpo-, la presencia de un campo de golf y hasta una playa naturista (playa de los Protegidos) son los protagonistas de estos parajes. “Tenemos unas aguas con una calidad inmejorable”, destaca Emmanuel Agüero, concejal del turismo de la localidad.

 

Un pueblo que vive en su inmensa mayoría de los ingresos que dejan los visitantes. En Mojácar se contabilizan -entre hoteles y aparthoteles- unos 32 establecimientos. La crisis también ha golpeado con fuerza a esta perla del Mediterráneo. Actualmente, la ocupación ronda el 40%, según informa Marta Pérez , encargada de la oficina de turismo. Visto el panorama, el sector apuesta por nuevas fórmulas para atraer a los visitantes, entre ellas la rebaja de tarifas. Así, cada hotel cuenta con “ofertas especiales” donde el presupuesto medio oscila entre 50 y 120 euros por noche en habitación doble, detalla Pérez.

 

Además, el Ayuntamiento ha lanzado una campaña bajo el lema ‘365 momentos al año’ cuyo objetivo es huir del “turismo estacional”. “Mojácar no solo existe en verano”, subraya Agüero. Aquí, cada día puede ser distinto al anterior, se pueden experimentar múltiples sensaciones sin necesidad de cubrir amplias distancias. Del mismo modo, a través de su página web, el consistorio ha impulsado un concurso de fotografía en el que se premiarán las mejores imágenes del pueblo. El ganador disfrutará de una estancia pagada de fin de semana en septiembre en un hotel de la localidad, indica el concejal de turismo.

 

Fiesta garantizada

Chiringuitos, música y buen ambiente a cualquier hora del día o de la noche presiden su amplio litoral playero. Por lo general, son los jóvenes los turistas más asiduos y es que en Mojácar la fiesta está garantizada. No en vano se la conoce como la ‘pequeña Ibiza de Andalucía’, un escenario de juerga permanente a tiro de piedra del Parque Natural del Cabo de Gata. 'Moree Mk' es productor y dj residente de Maui Beach, uno de los chiringuitos más populares. Hace apenas un año editó la canción 'Mujeres, mojito, Mojácar'. Un videoclip que ha alcanzado más de seis millones de visitas en Internet, que se ha colado en el top de 'World Dance Music' de los 40 Principales y que ha saltado el charco llegando a crear furor en Sudamérica. “La idea era crear una canción con el nombre del chiringuito y de repente todo ha sido un éxito”, admite. En Maui, agrega el dj, “apostamos por la cultura del club, por la música electrónica”. Un lugar para evadirse de las tensiones del día a día y en especial el próximo 16 de agosto, cuando celebrará su décimo aniversario.

 

Como no solo de juerga vive el turista, no hay que dejar de lado actividades como el submarinismo, senderismo o ‘kite surf’ -el arte de deslizarse sobre una tabla impulsado por una cometa- se imparten en las distintas escuelas deportivas del municipio. O el rastrillo que se lleva a cabo en el pueblo los domingos por la mañana. A la hora de comer, nada mejor que decantarse por los pescados de sus costas. En una buena mesa no pueden faltar el gallo pedro -frito o a la plancha-, los espetones -sardinas y boquerones servidos a la brasa a modo de brocheta- y la gamba roja de su localidad vecina Garrucha. Todo ello regado por el pujante vino de la tierra. Un placer para los sentidos.

 

Mojácar, un imán lleno de 'magia' y de sueños. Sueños que conocía muy bien uno de los genios del cine, Walt Disney, el creador del imperio que ha enamorado a niños y a los no tan niños. Se ha demostrado con el paso de los años que Disney nació en esta tierra almeriense, hijo de una humilde lavandera que lo dio en adopción cuando emigró a Chicago. Posiblemente esta fue su fábrica de sueños y la fuente de inspiración que forjó su carrera, porque la realidad es que invita a ello. Un paraiso que sigue teniendo muchas historias que contar...

(elcorreo.com)