Plante antidemocrático

Francisco Giménez Alemán
Periodista / elcorreoweb

En los usos democráticos general y voluntariamente aceptados en el mundo civilizado no es de buen todo plantar o abandonar las citas de carácter institucional. En la tarde de ayer hemos tenido una muestra de lo que no se debe hacer al anunciar el consejero catalán de Economía que no asistiría a la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera, presidido   por el ministro Montoro. Pero si la actitud del señor Mas-Colell merece todo tipo de reproches, la de la consejera andaluza, señora Martínez Aguayo, resulta difícilmente explicable. La titular de Hacienda de la Junta de Andalucía hizo unas impecables declaraciones al entrar a la reunión y tener conocimiento del plante de la Generalitat. Dijo la señora Aguayo que comprendía la negativa a asistir de su colega catalán pero que ella sí acudía por “lealtad institucional”, lo cual decía mucho del grado de responsabilidad de nuestra consejera al situar las instituciones por encima de cualquier contencioso partidista. Lástima que la “lealtad institucional” solo le durase una hora: el tiempo que tuvo para ocupar su sitio, conocer los planteamientos del Gobierno, por otra parte sabidos de antemano, y hacer mutis por el foro, sumándose así con un plante diferido al que desde por la mañana había escenificado el representante catalán.

Bien poco ha durado asimismo el clima de distensión propiciado el lunes durante la entrevista de Rajoy con Griñán, que fue merecedora de los parabienes de la clase política y de los medios de comunicación. Algo parecido a lo que ocurriera en la audiencia del presidente de la Junta a Zoido: las buenas palabras y mejores intenciones se disolvieron a las 24 horas como un azucarillo en un vaso de agua.

Mal vamos por este empedrado camino de incomprensiones, cuando el sentido común está pidiendo a voces acuerdos y consensos, porque ni están los tiempos para bromas ni el horno para bollos. Es difícil entender que los dos grandes partidos hagan oídos sordos a lo que se está convirtiendo en un clamor nacional: pónganse ustedes de acuerdo en tres cosas fundamentales y rememos todos en la misma dirección para salir de la crisis. Plantes nada democráticos como los que ayer protagonizaron Cataluña y Andalucía solo contribuyen al desprestigio de la política que va tomando carta de naturaleza en las encuestas.

Y ello aun estando de acuerdo en el fondo de la cuestión: que Andalucía no puede pasar por la trágala del déficit que quiere imponerle Montoro. Pero una cosa es oponerse y otra muy distinta, y antidemocrática, abandonar las instituciones. Aunque solo sea por “lealtad institucional”, en frase de Carmen Martínez Aguayo.

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