Presiones inadmisibles

Noticias de Almería
Redacción

El ex presidente de la asociación empresarial Asempal y propietario de los supermercados SuperOlé, Miguel Uribe, presionó a sus empleados para que aceptaran el expediente de Regulación de Empleo (ERE) que supuso el despido de 149 de sus establecimientos de Almería, Granada y Murcia, según una sentencia de la Audiencia Nacional contra la que cabe recurso de casación en el Tribunal Supremo.

La AN ha declarado nulo el despido colectivo anunciado en marzo de este año en el Grupo Uribe -de las seis empresas que lo componen el ERE se hizo en 'Distribuidora Uribe', 'Supermercados Super Olé' y 'Supermercados Super Olé Levante- y ejecutado el 20 de abril, al entender según la sentencia hecha pública, que se produjero por parte de la gerencia, actuaciones "fraudulentas" debido a que se incumplió el procedimiento y se realizaron "presiones inadmisibles".

En el texto, el ponente es bastante duro, al afirmar que las empresas del grupo no actuaban como empresas autónomas, y que en realidad venían a ser una única empresa, Distribuidora Uribe, como lo demuestra en su opinión que la negociación del ERE se hiciera de modo conjunto, y que por lo tanto se deduce un entramado destinado a generar "confusión". De ahí deduce que se incumplió la normativa al aportar solo la documentación de las tres empresas afectadas por ERE.

Del mismo modo habla de que se produce una fragmentación artificiosa del despido colectivo, por lo que se produce la "quiebra del principio de buena fe" por parte de la patronal y le acusa de "intentar ocultar dicha negociación mediante la suscripción de actas diferenciadas". En esa misma línea crítica, abunda al recordar que la empresa abonó los salarios de febrero a abril a los empleados que se iban a quedar y no a los que iban a ser despedidos lo que supone "presión intolerable que vicia el periodo de consultas" ya que el impago selectivo de los salarios "no es sino un trato peroyativo, que no podía tener más finalidad que forzar la conformidad de los representantes de los trabajadores". Eso impidió que se negociará "con el sosiego y el equilibrio necesarios desde su inicio, quebrándose de nuevo las reglas de la buena fe contractual exigible a las empresas demandadas".

La compañía Distribuidora Uribe S.A. y la mercantil Supermercados Super Olé, junto con otras tres empresas más del Grupo Uribe propiedad del que fuera presidente de la patronal almeriense hasta hace unas semanas, entraron en concurso voluntario de acreedores en junio después de dar cuenta al Juzgado de lo Mercantil de Almería del estado de "insolvencia" en la que se encuentran las empresas para las que se ha solicitado la tramitación acumulada del concurso, lo que afecta a más de 300 trabajadores e implica a 784 acreedores.

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