Teleprensa
Editorial
El Ayuntamiento de Almería se conforma con todo. O más bien quien se encuentra al frente del mismo. Parapetado en esto de la crisis, el alcalde de la ciudad lo mismo acepta que no se pueda llevar a cabo el soterramiento integral durante tantos años demandado, que la gente pase de su 'feria austera', todo es bueno y desde luego, 'mejor de lo que a priori se esperaba' parece ser la consigna de este año.
Lo cierto es que la austeridad que nos pretenden imprimir no sólo está sirviendo para ahondar un poquito más en políticas que nadie desea -todo sea para hacer frente a la crisis-, sino que encima quieren hacernos creer que no se nota.
Esta feria ha sido pobre. Lo dicen muchos. Una única noche de fuegos artificiales, una Batalla de Flores, humilde, un recinto ferial que sólo se salva por la amplitud de sus avenidas... menos días de flamenco, Feria del Mediodía, a la que han arrebatado la animación callejera, ausencia de atractivos para los más pequeños en los barrios... A pesar de todo, ha estado bien para este ayuntamiento que ni siquiera es consciente de su pérdida de identidad.
Al igual de bien que parecen estar las sucísimas calles que padecemos, por lo menos, si no antes, desde el 'abaratamiento' del canon a la empresa concesionaria. Lo más lamentable de todo no es reconocer que no se puede pagar más y por lo tanto hay que dar prioridades y sencillamente aguantarnos sino que encima nos 'venden' todos los recortes como si éstos no afectaran nunca al servicio.
Y llegado a este punto y dado que nadie reconoce las lagunas que nos están dejando con sus política hay que preguntarse si fue más derrochón el PSOE dando 'trabajo' a sus amiguetes o el PP pagando lo más grande por unos servicios que en época de crisis cuestan la mitad. ¡A lo mejor resulta que ellos también tienen amiguetes a los que compensar! Sea como fuere lo más triste de todo es este conformismo que se ha instalado en el Consistorio y que parece complacer tanto al gobierno como a la oposición.
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