Comienza un curso intenso

Luis Rogelio Rodríguez-Comendador
Alcalde de Almería
 
El final de la Feria nos señala cada año el término de las vacaciones (para aquellos que las hayan podido disfrutar) y la vuelta a una realidad que sigue marcada, desgraciadamente, por la complicada situación económica en la que nos encontramos. También la Feria ha notado la crisis, tanto en el presupuesto de su organización como en el gasto de los ciudadanos, aunque su incidencia ha sido muchos menor que en otras ciudades. Creo, por ello, que podemos darnos por satisfechos con los resultados y, sobre todo, por el comportamiento de los almerienses, que por unos días hemos sabido abstraernos de los mercados y de la prima de riesgo para disfrutar de nuestras fiestas en honor a la Virgen del Mar.
 
Pero llega septiembre y con él regresa la normalidad que, en el caso del Ayuntamiento de Almería, se concreta en una completa agenda de trabajo para continuar mejorando la ciudad y ofrecer nuevos servicios a los ciudadanos. Y si el final de curso vino marcado por la inauguración oficial del Mercado Central, aunque ya llevaba semanas funcionando, el inicio del nuevo trae otra inauguración importante, la de la Escuela de Música, un nuevo equipamiento cultural y educativo que desde el Consistorio pondremos en breve a disposición de todos los almerienses.
 
El funcionamiento a pleno rendimiento de la nueva Jefatura de la Policía Local, unas modernas instalaciones acordes a las necesidades de un colectivo y de una ciudad moderna como la nuestra; el comienzo de la Ciudad de los Niños junto al Auditorio, con una primera inversión de 4,7 millones de euros; el remate de la remodelación de la Plaza Pavía; el desarrollo del Plan Urban y la rehabilitación del emblemático Mesón Gitano o la aprobación del Plan General de la ciudad figuran en la agenda del Equipo de Gobierno municipal para los próximos meses, sin olvidar, por supuesto, la urbanización de 31.000 metros cuadrados entre la estación antigua del ferrocarril y el Cable Inglés, que se convertirán en espacios verdes y viales que harán más permeable la conexión norte-sur de la ciudad, y la segunda fase de la rehabilitación de la Plaza Vieja, una inversión de más de once millones paralizada debido a la ruina económica de la Junta de Griñán y Valderas, que no tiene liquidez para acometer su parte. Desde el Ayuntamiento estamos dispuestos a poner el dinero porque la reforma de la Plaza Vieja no se puede demorar más, aunque antes tendremos que sentarnos para cerrar un acuerdo con el Gobierno andaluz y determinar cómo y cuándo devolverá el dinero que le vamos a adelantar todos los almerienses.
 
Ante la parálisis de una arruinada Junta, desde el Consistorio tenemos por delante una apretada agenda de trabajo que nos permitirá continuar acometiendo inversiones para mejorar la ciudad y sus barrios y ofrecer más y mejores servicios a los vecinos, sin grandes promesas, pero cumpliendo.

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