Educación para Los Pinos de Huércal: no nos falten el respeto, por favor

Blanca Vicente Ariza

Madre de alumno del CEIP Los Pinos / Teleprensa

Los Pinos se ha desarrollado como núcleo de población junto a la carretera nacional 340 y dentro del término municipal de Huercal de Almería. Suele pasar que alguien compra terrenos, el ayuntamiento concede licencias, se construyen viviendas y éstas se habitan y en este caso concreto por familias jóvenes, por lo que la población infantil crece significativamente. Parece evidente que en estos casos hay que ir previendo la dotación de servicios públicos, por ejemplo, colegio.

Barracones CEIP Los Pinos

Pues bien, desde 2008 existe la promesa y el compromiso de la creación de un nuevo colegio y que denominan CEIP Los Pinos. Hoy, cuatro años después, no se ha construido, no existe, ni siquiera administrativamente ni físicamente tal colegio ni para este curso ni para el próximo. Esto es lo que hay a día de hoy:

-Aulas prefabricadas junto al CEIP 28 de Febrero en un terreno que deja mucho que desear.

-Pertenecemos al CEIP 28 de Febrero, aunque las matriculas se hayan hecho con el de CEIP Los Pinos y su código correspondiente que ya no existe.

-Sin transporte público, servicio con el que contábamos cuando estábamos en el CEIP La Jarilla y que nuestro anterior Delegado nos prometió que contaríamos con él.

-Problemas de aparcamiento en hora punta escolar. En dicha calle hay un instituto, una guardería municipal, un colegio y nosotros.

-Inseguridad al tener que cruzar los niños la calle para ir al comedor ya que nuestras instalaciones no cuentan con este servicio.

-Peligro por tener que atravesar la C.N. 340 para llevar a nuestros hijos a pie para no colapsar el pueblo.

-Y sin apenas sombra “por falta de dinero”, dicho textualmente por Delegación.

Y todo ello tras un cúmulo de promesas incumplidas, de mentiras y de falta de información. Miren, señores de la Junta, los padres exigimos una educación aceptable para nuestros hijos y como ciudadanos la suficiente educación democrática y política en nuestros dirigentes que les lleve a no ofrecer lo que no pueden, a cumplir lo que dicen, a disculparse y razonar la imposibilidad de cumplir algo, informar adecuadamente a los afectados y la suficiente prudencia para no utilizar el argumento de la falta de dinero, que con la que está cayendo cualquiera podría hacerles algunas sugerencias. No nos falten al respeto.