Isabel Morillo
Jefa de Andalucía de El Correo de Andalucía
El cambio de discurso del Gobierno andaluz respecto al Fondo de Liquidez Autonómico es tan evidente que no hace falta explicar que se está preparando a la opinión pública para un inmediato rescate de Andalucía. El Ejecutivo de José Antonio Griñán ha eludido confirmar si será este martes cuando el Consejo de Gobierno comience formalmente los trámites. Andalucía se convertiría en la cuarta comunidad, tras Valencia, Murcia y Cataluña, en lanzar el SOS. Desde la Junta preferirían que de forma inminente Mariano Rajoy convoque una Conferencia de Presidentes en la que se arbitren unas reglas de juego claras y que, de paso, reste foco mediático al anuncio de un rescate de Andalucía. Sería algo así como esto está aquí para todas las comunidades y vamos a repartirlo como buenos hermanos. Esa, desde luego, no era la función del Fondo de Liquidez Autonómico. Al menos, no en su origen y no como la Unión Europea lo entiende. No se trata de una bolsa común donde las comunidades acuden para poder afrontar sus pagos, sino de una atención de emergencia que supone que el paciente, la comunidad, se queda bajo vigilancia estricta de quien ha puesto el tratamiento, es decir el Estado.
Es inevitable. Eso es lo que ha explicado el presidente José Antonio Griñán. La caja está vacía y hay que hacer frente a los pagos. Cataluña lo ha dicho claro, no tiene ni para las nóminas. Andalucía no se ha atrevido a tanto. En el caso del Gobierno andaluz el problema es que los bancos rechazan categóricamente prestar más dinero a las comunidades. La Junta tenía autorización para endeudarse hasta en 2.500 millones más en este ejercicio, pero no hay entidad bancaria que suelte el dinero. Los bancos directamente invitan a las comunidades a acogerse al Fondo de Liquidez Autonómico (FLA).
El Gobierno ha sido hábil. Ha ideado este fondo que significa que los bancos prestan dinero al Estado para que éste a su vez se lo transfiera a las comunidades autónomas. El Real Decreto 21/2012, en el BOE el 14 de julio, deja claro que será el Estado el que desde ese momento tenga la última palabra en las cuentas autonómicas. Hay condiciones. Por mucho que ahora el Gobierno andaluz quiera desterrar del vocabulario la palabra rescate, lo mismo que Rajoy la borró del acervo de su Ejecutivo cuando levantó la mano para que Europa rescatase a la banca.
Sin dramatizar, si no hay dinero, lo fundamental es conseguirlo y tratar de que el peaje que se pague sea mínimo. Ya ha pedido Griñán que se deje de hablar del Fondo de Liquidez como algo “negativo”. La palabra clave ahora es “liquidez”. Llámelo como guste, pero peaje hay. Nadie da nada gratis. Y menos si se habla de euros, Europa o de bancos. ¿Qué pasará si Andalucía acude al Fondo de Liquidez? Exactamente es difícil de predecir. En un primer momento, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, dejó claro que supondría una intervención en toda regla de las autonomías. Hay hasta hombres de negro a la imagen y semejanza de los que Bruselas manda a los países intervenidos. El decreto del FLA habla de “misiones de control”. El Gobierno se reserva la última palabra en los Presupuestos de las autonomías y puede obligar a modificaciones en sus planes de ajuste. Si se incumplen las directrices que dé el Estado, existen previstas medidas “coercitivas”. Además, el Gobierno puede dictar instrucciones de obligado cumplimiento desde el Senado.
Desde el Gobierno central ahora ese discurso de la intervención que tanto disfrutó el ministro Montoro también se ha suavizado. Ya se sabe que Cataluña ha levantado la mano para reclamar más de 5.000 millones de los 18.000 con los que está dotado el fondo y ha dejado claro que no piensa aceptar condiciones políticas. Aprovechando el discurso, Andalucía agitó también la mano y anunció que se encaminaba hacia ese rescate –perdón, “inyección de liquidez”– y que tampoco iba a tolerar contrapartidas. Sea lo que sea, marcará el Presupuesto de 2013 elaborado por un Gobierno que en el balance de sus 100 primeros días se jactó de haber plantado cara a las políticas de Rajoy en Andalucía. ¿Dejaría el Gobierno central que eso siga ocurriendo? Si Rajoy ha terminado por dinamitar su crédito político con una subida del IVA que dijo que jamás llevaría a cabo es porque en un rescate sí hay condiciones. Seamos realistas. Nadie da nada gratis y encima para el PP la tentación de poder controlar Andalucía debe de ser demasiado grande.
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