Manuel Recio
Diputado Andaluz por el PSOE de Almería
Todas las crisis son preocupantes. La económica es de la que más se está hablando, pero tan importante como esta lo son la crisis social, política y, sobre todo, la democrática. Aunque es un fenómeno global, España, como de costumbre, tiene sus connotaciones especiales. Más allá de las protestas ciudadanas y de las realidades regionales, lo que está en juego en este momento es el modelo que nos hemos dado los españoles en democracia. Desde el punto de vista económico, de nada ayuda la ceguera que nuestro gobierno de España tiene para no querer ver que las recetas que está aplicando, y que vuelve a consagrar en los Presupuestos Generales para 2013, nos llevan a la situación dramática que están viviendo Grecia y Portugal. No son unos presupuestos para la recuperación sino para la depresión, no sólo económica sino mental. No se puede pedir más esfuerzos a los ciudadanos sobre los que ha recaído el peso de la crisis. Hay que mirar hacia los que más tienen y exigirles un esfuerzo mayor.
"Rajoy, para celebrar los presupuestos, se fuma un puro en Nueva York" |
Mintió ayer Montoro cuando presentaba los Presupuestos 2013 como poseedores de un marcado carácter social. La subida de los gastos en Seguridad Social, 6.600 millones de euros, no se debe a una sensibilidad especial del gobierno de Rajoy, sino a los efectos derivados de la crisis. Y tanto como sube esta partida se elevan también los intereses que pagamos por nuestra deuda. En concreto, 9.700 millones de euros. Lo cual nos viene a demostrar, una vez más, que la banca siempre gana.
¿Dónde están en este presupuestos los dependientes y sus familias? ¿Se va a crear empleo el año que viene o se va a seguir destruyendo? ¿Cuales son los sectores de futuro en los que se va a asentar la economía española?¿Las partidas que van dirigidas a la sanidad y la educación pública cómo han quedado? ¿Vamos a ser capaces de mantener nuestro talento, o vamos a seguir asistiendo a una fuga de cerebros? La respuesta a todas estas preguntas en los Presupuestos 2013 de Rajoy es deprimente.
Rajoy sigue empobreciendo España. Su cuadro macroeconómico es poco creíble si tenemos en cuenta las estimaciones que hacen otros organismos de análisis de coyuntura tanto a nivel nacional como internacional. La credibilidad de sus presupuestos es muy baja. Nuevamente le volverá a sorprender la realidad en unas semanas, cuando los mercados le hayan practicado el correctivo adecuado en términos de prima de riesgo, y volverá a aplicar nuevos recortes.
La reforma educativa que propone Guindos es revanchista y empobrecedora. En la Formación Profesional lo que en el fondo quiere es dar una vuelta de tuerca más a la pelea que tiene con los agentes económicos y sociales. La sensibilidad de este gobierno con la concertación y el dialogo es nulo y, por lo tanto, sus actores son prescindibles (sindicatos y organizaciones empresariales). La reforma de la educación primaria, secundaria y universitaria se hace con un claro espíritu privatizador y clasista. El ascensor social que supone la educación se va a parar en seco. La cuna volverá a determinar en nuestro país las posibilidades educativas y de progreso en la vida.
Incluso mete la mano en la hucha de nuestras pensiones. Nos dice Montoro, también falseando la verdad, que para eso está. No es verdad. Esa hucha está para situaciones estructurales (cambios poblacionales), no para circunstancias coyunturales (crisis económica). La privatización de las pensiones ha sido puesta en marcha también con la excusa de la crisis económica.
¿Y dicen que Rajoy no está cumpliendo su programa? Lo está cumpliendo al 100%. Por eso, para celebrarlo, se fuma un puro en Nueva York en una zona prohibida. El buen gobernante consensúa, no impone. Convence, no castiga. Dialoga, no se fuma un puro.
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