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Sánchez Gordillo en Almería

Javier Aureliano García
Secretario Provincial del Partido Popular

Para dentro de unos días tiene anunciada su llegada a Almería la caravana de los sindicalistas radicales liderados por el diputado de IU Juan Manuel Sánchez Gordillo. Una marcha presuntamente reivindicativa que ha salpicado su recorrido a lo largo de media Andalucía de incidentes, asaltos, allanamientos y abusos que no han merecido ni el más mínimo reproche de los socialistas, socios de gobierno en la Junta de Sánchez Gordillo y los suyos. Mientras que desde las subdelegaciones de Gobierno en Andalucía, coordinadas por la almeriense Mari Carmen Crespo, se trabaja para impedir que nadie emplee su invulnerable derecho a la manifestación para cometer desmanes o provocar disturbios, otro almeriense, el dirigente socialista José Luis Sánchez Teruel, ha dado nuevas muestras de que las prioridades del PSOE pasan antes por el propio partido que por los intereses de los almerienses, señalando que la llegada de esta caravana de alborotadores a nuestra provincia no le preocupaba lo más mínimo. Que su socio de gobierno encabece una partida de alborotadores disfrazados de sindicalistas que asaltan supermercados o arramblan con hoteles no está dentro de las preocupaciones del señor Sánchez Teruel.

Una de las marchas de Sánchez Gordillo
Supongo que este alarde de desinterés habrá sido recibido como merece entre los empresarios y comerciantes almerienses que, al igual que toda la sociedad andaluza, han podido ver los problemas y el justificado temor que ha provocado el paso de esta comitiva de desaforados sindicalistas por el resto de provincias andaluzas. Asaltos, allanamientos, encierros, disturbios… nada eso parece causar la preocupación del Partido Socialista, que paga con este vergonzoso silencio el pacto de gobierno forjado para torcer el resultado de las últimas elecciones autonómicas ganadas por el Partido Popular, instalando en el gobierno de la Junta de Andalucía un gobierno bipartito socialcomunista que no tiene empacho en pedir el rescate económico al Gobierno central al mismo tiempo que mantiene derroches inexplicables, subvenciones sindicales o fomenta obras en el norte de Marruecos mientras paraliza obras en Almería, como la autovía del Almanzora. Para Sánchez Teruel y el resto de socialistas, la operación es bien sencilla: si para mantener el poder hay que amparar y silenciar delitos, se amparan, y punto.

Pero los andaluces no son tan ciegos, ni tan sordos, ni tan mudos como les gustaría al PSOE. Los andaluces conocen ya de largo a Sánchez Gordillo y los suyos y no caen en la fascinación del gesto y la proclama reivindicativa, porque no hay lema ni pancarta que valga cuando se acaba robando en los comercios, zarandeando a las trabajadoras, amenazando a los clientes o desafiando a las fuerzas de seguridad. Si todos estos gestos, que tan mala imagen transmiten dentro y fuera de España, no preocupan al señor Sánchez Teruel ni a los suyos, somos muchos los que nos preguntamos dónde está el foco de la preocupación de los dirigentes socialistas. Si ni tan siquiera todos estos actos provocan el rechazo o la censura del señor Sánchez Teruel, me pregunto qué es lo que tendría que pasar o hasta dónde debería llegar el nivel de crispación y alarma para que este señor salga de su burbuja y comprenda que la violencia y la intimidación son herramientas políticas tan inaceptables como peligrosas, porque los que un día se sienten fuera del punto de mira de los radicales no saben si en el futuro ellos también van a estar en su objetivo. Entonces ya veríamos si al señor Sánchez Teruel le preocupan o no los asaltos y las protestas radicales.

Yo sólo espero y deseo que la anunciada presencia de esta comitiva se produzca en Almería sin el más mínimo incidente y que los manifestantes actúen dentro de los márgenes de una ley que -el señor Sánchez Teruel debería recordarlo- es igual para todos: tanto para los que desean manifestarse como para los que desean hacer su vida normal. Lamento que todo esto no importe nada a los socialistas. A nosotros sí que nos preocupa.

2 comentarios:

  1. Señor Garcia, con sus palabras, se autodefine usted mismo. Que facil es llamar violentos, alborotadores, conflictivos, allanadores, asaltantes y tantos otros calificativos que usted emplea, a un grupo de personas que, hartas de la dictadura de un gobierno ilicito, mas que nada por haber imcumplido totalmente su programa electoral, ya de por si bastante abstracto, hartas decia de tanta mentira, tanto recorte, tanto favor al capital y la banca a costa del humilde, se echan a la calle a reclamar los derechos que ustedes nos estan robando descaradamente. Es evidente que cada cual ve las cosas segun le va y a ustedes esta claro que les va muy bien. Ustedes, que al amparo, o quizas bajo el yugo, de la gran banca, el gran capital y el gran poder, estan practicando una politica nefasta, de tintes fascistas y claramente injusta, ustedes se atreven a llamar violentos a aquellos que no se dejan atropellar impunemente por sus canalladas.
    Por favor señor Garcia, sea un poco, solo un poco, coherente y mantengase en silencio si lo que puede aportar es solo lo que aqui expresa. Ya que podria ser que mañana sus palabras se vuelvan contra usted.

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  2. Llamar violentos a quienes se declaran pacifistas ya dice mucho de tí, pero que vaya, que es la tónica general de los artículos que escribes: o alabando la labor del partido en el que militas, o ninguneando la del resto.

    Pero como tu bien has dicho los andaluces no son tontos. Precisamente por eso tu partido no gobierna en Andalucía.

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