Almaría, una voz de la tierra que acaricia el alma con su primer disco

Marta Rodríguez 

La Voz de Almería 

Tomatito, Niño Josele, Bisbal, Manolo Escobar, el maestro Padilla. Almería ha dado grandes nombres a la historia universal de la música. Por eso no debería sorprender que todavía surjan artistas que incluso desde su primer disco parecen tocados por la varita del talento y el éxito.

María del Carmen Segura (Almería, 1975) presentó el pasado jueves en la Sala Galileo Galilei de Madrid su primer trabajo, ‘Dulce arte’. Su andadura en el mundo de la música, sin embargo, se remonta a su niñez en su tierra natal cuando cantaba en el negocio de su padre. “Vengo de una familia muy flamenca. No sé con qué edad empecé a cantar, ya que ha formado parte de mí desde siempre. Mi padre tenía un bar, primero La Reguladora y luego Los Jueves Taurinos, y los viernes nos reuníamos a liarla”, indica.

Almaría

Mucho que ofrecer
El hecho de que esta joven nacida en Pescadería haya dado el salto profesional a la música ha sido algo “como de destino” o “fortuito”. Para ella cantar era un hobby. Participó en festivales de flamenco, como el de la Plaza Vieja, pero no fue hasta que conoció a su pareja, Juan Carmona, cuando decidió mostrar al mundo lo que llevaba dentro. “Él me animó y me tocó el amor propio, me dijo que tenía mucho que ofrecer y no debía quedarme con eso en el alma”, recuerda con emoción en una entrevista telefónica a LA VOZ.

Así surgió la aventura de este álbum, ‘Dulce arte’, y también de su nombre artístico, Almaría, que es un homenaje a su tierra y mucho más. “Se le ocurrió a Juan, porque el disco es muy sutil, le hemos puesto mucha alma, pero además tiene contenido social. En los tiempos que estamos atravesando, con esta crisis económica y de valores, tenemos la necesidad de protestar y denunciar cosas”, asegura. De esta forma, hay temas dedicados al maltrato de la mujer, al 11-M y también al planeta tierra. Además, la mayoría han sido compuestos por ella.

Este primer trabajo nace, asimismo, con la bendición de un grande del flamenco que ya no está, Enrique Morente. “Grabar con él ha sido el mejor regalo. Colaboró conmigo con la amabilidad y la humildad que sólo los genios poseen. Él era sabiduría, era arte y era música, aparte de un amigo de toda la vida. Tuvo esa grandeza y estoy muy agradecida”, confiesa. Pitingo también se ha implicado en ‘Dulce arte’ acompañando a Almaría en una canción.

No es flamenco
Aunque María del Carmen Segura empezó haciendo flamenco, es de justicia reconocer que este trabajo no lo es. “Lo respeto muchísimo, pero este álbum es una mezcla de unas vivencias, muchas músicas y de una cosa que es muy íntima y muy del alma”, expresa.

Y en esa cosa tan íntima y tan del alma inevitablemente se deja notar Almería. “Claro, soy yo quien canta. Cada uno da lo que es y está en su raíz. Yo me he criado allí y allí están todas mis vivencias”, reconoce.

Por eso, ahora desea compartir ‘Dulce arte’ con su gente, con sus paisanos, con su público. “Me gustaría presentarlo en el Teatro Apolo. Madrid es la corte y hay que hacerlo sí o sí. Pero me encantaría llevarlo a mi tierra, a mi Almería”, concluye.