Asfixia económica en la UAL

Simón Ruiz 
Periodista  / La Voz de Almería 

La Universidad de Almería se encuentra en una situación de “asfixia económica”. Su rector, Pedro Molina, lo advertía hace escasos días durante la inauguración del curso académico, en presencia del consejero de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo de la Junta de Andalucía, Antonio Ávila. Molina hizo referencia en su discurso a una crisis de tesorería. En su discurso, no dio cifras, pero sí se difundían casi a la misma hora los datos oficiales del último presupuesto de la UAL. Solo en las cuentas del año 2011, la Universidad ha contabilizado más de 30 millones de euros pendientes de cobrar. Así consta en la memoria de la Gerencia colgada en la web. En una amplia mayoría, esa cantidad se corresponde con transferencias corrientes de la Administración autonómica, de la citada Consejería, pendientes de ser ingresadas. Según consta en la propia memoria de las cuentas de 2011, de los más de 60 millones de euros que la Junta de Andalucía debía transferir a la institución académica, quedaban por ingresar casi 22 millones.

El Consejero Ávila con el Rector Molina

Al igual que la Universidad de Almería, el resto de centros andaluces se ha sumado a la preocupación. En su conjunto, se calcula que la deuda pendiente de la Junta ronda los 750 millones de euros. “Apenas nos han ingresado un 60 por ciento de lo prometido”, se quejan los rectores de esta comunidad autónoma. En efecto, solo en la Universidad de Almería las cantidades globales pendientes de cobro en los dos últimos años superan los 50 millones de euros, 30 correspondientes al ejercicio económico de 2011 y algo más de 20 millones del año 2010. Si la Junta dejó de ingresar casi 22 millones de euros el año pasado, en 2010 la cantidad se elevó a unos 11 millones de euros. Sumando ambas cantidades, solo en Almería la Junta arrastró una deuda de 33 millones de euros. No consta en los documentos que la UAL ha colgado en su web las cantidades ya satisfechas por la Administración andaluza.

Con ese balance negativo en los presupuestos de los últimos dos años, y con un plan de ahorro que la Universidad ha llevado a cabo recientemente con reducción de facultades, departamentos y vicerrectorados, la UAL considera necesario un nuevo plan de tesorería. El rector lo dejó bien claro al inicio de este curso. “Más allá de unir nuestras voces a quienes no se sienten directamente responsables de la actual crisis económica, sí planteamos que es necesario, con carácter prioritario y urgente, para prevenir el colapso del sistema universitario público, cumplir con el presupuesto de las universidades andaluzas, para no dejar de preservar un servicio que consideramos prioritario y fundamental para nuestra comunidad y su futuro”.

Pedro Molina pronunció esas palabras ante un auditorio lleno de autoridades y representantes de la comunidad universitaria. Antes de ese discurso y después de él, con ocasión de una reunión con la Ejecutiva Provincial del PSOE de Almería, el consejero del ramo, Antonio Ávila Cano, dio las explicaciones correspondientes. “La Junta –dijo Ávila en la sede socialista- no se remite a una reunión con representantes de las universidades en un momento determinado. Reconocemos que hay tensiones de tesorería. Las hay en todas las administraciones. Ahí estamos, con el diálogo para buscar soluciones”. El titular de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo reiteró su voluntad de ir cumpliendo de forma mensual con las transferencias a las instituciones académicas como es el caso de la UAL. En unos días se conocerá el dinero que la Junta prometerá transferir a la UAL en 2013.

Así las cosas, mientras las llamadas “tensiones de tesorería” se suavizan, los rectores hablan de una situación insostenible porque “hay impago a proveedores, problemas en los abonos a becas Erasmus, investigación, infraestructuras y equipamientos y en otros aspectos esenciales para nuestro funcionamiento, poniendo en riesgo la eficacia de cualquier estrategia de ahorro y austeridad que se implemente”.