Luis A. Torralba
Valencia Plaza
A medida que pasan los días tras la firma del acuerdo de fusión/absorción entre Cajamar y Ruralcaja se suceden los acontecimientos que evidencian que la rural andaluza lleva ya la voz cantante, pese a que de puertas afuera muy pocos son los que lo reconocen y mucho menos en los alrededores de la Avenida de la Alameda donde tiene su sede Ruralcaja. Pero el nombramiento del próximo responsable de Cajas Rurales Unidas (CRU) en la Comunitat Valenciana promete emociones fuertes dentro de la caja presidida por Eduardo Ferrer, que esperaban contar con uno de sus directivos al frente.
El elegido ha sido Bernabé Sánchez-Minguet, actual director general Corporativo y de Inversiones de Cajamar -además de coordinador de las relaciones con las entidades del Grupo Cooperativo Cajamar-, que procede de Caja Campo y, por tanto, competidor directo de Ruralcaja durante los últimos años.
UN NOMBRAMIENTO, EN BREVE
Así han informado a este diario fuentes próximas a la operación que está a punto de culminar en el mayor grupo rural español: la fusión entre los dos grupos que lideran ambas cajas, es decir, Cajas Rurales del Mediterráneo (CRM) y Grupo Cooperativo Cajamar (GCC). A mediados del mes que viene tomará posesión el consejo rector de CRU y celebrará su primera reunión presidida por el actual consejero delegado de Cajamar, Juan de la Cruz Cárdenas, donde se nombrará a Sánchez-Minguet como el hombre fuerte del gigante del cooperativismo nacional en la Comunitat Valenciana.
Todo un revés para los intereses de Ruralcaja, que de momento ya ha perdido a dos de sus principales baluartes: por un lado a Rafael Carrau, tal y como desveló Valencia Plaza, actualmente subdirector general de Cajas Rurales del Mediterráneo (CRM) y, por otro, a Juan Antonio Gisbert, director general de Ruralcaja, que estaba llamado a ser consejero delegado de Cajas Rurales Unidas (CRU).
Sánchez-Minguet fue nombrado con apenas 33 años director general de Caja Campo -la extinta Caja Rural de la Valencia Castellana-, concretamente en 1994 a la par que que Luis Robledo al frente de la presidencia.
MODERNIZACIÓN Y DESARROLLO
Y desde entonces lideró la etapa de cambio, modernización y desarrollo que llevó a la rural requenense a ser considerada como una de las cooperativas de crédito más dinámicas de España. Un factor que no pasó desapercibido en Cajamar y no tardó mucho en llamar a la puerta de Caja Campo, culminando en 2011 su proceso de fusión y situando a Sánchez-Minguet en la parte alta del escalafón de la rural almeriense.
Nacido en Valencia y licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia -entró en Caja Campo en 4º curso-, Sánchez-Minguet va a tener que lidiar con el negocio de Ruralcaja en su ámbito natural y no lo va a tener fácil a la vista de los últimos resultados que presentó la rural valenciana. A lo largo del primer semestre perdió 57 millones de euros tras dotar todo el riesgo inmobiliario antes de entrar en CRU, pero prevé cerrar el año con beneficios.
Ruralcaja y Cajamar mantendrán sus marcas a través de sus grupos hasta el 30 de junio de 2014, mientras que la valenciana seguirá operando como tal en la Comunitat Valenciana pese a 'solaparse' con las oficinas de Cajamar vía la extinta CajaCampo.
EL GIGANTE RURAL
Entre ambas y sus grupos sumarán unos activos de 42.184 millones de euros y un negocio gestionado de 70.426 millones. Todo ello después de haber completado con éxito la integración de Ruralcaja y Cajas Rurales del Mediterráneo en Cajamar durante el pasado puente del Pilar. En los próximos meses se incorporarán también a esta misma plataforma tecnológica Caixa Rural de Vila-real y Caixa Rural Sant Vicent Ferrer de La Vall D'Uixó y Caja Rural de Canarias.
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