Simón Hernández Aguado
Secretario de Cultura y Deportes del PSOE de Carboneras
No sé hasta qué punto pueden estar de acuerdo conmigo pero si de algo estoy seguro es que si la cultura estuviera en las portadas de los diarios, y no en la parte de atrás, este mundo sería infinitamente mejor. El teatro, el baile, la pintura, la música, la literatura, el cine, incluso la política, forman parte de este mundo tan bello y grande que es la cultura. Cientos de jóvenes están intentando abrirse paso en este mundo, nada fácil, huyendo de los métodos comerciales con el único objetivo de acercarse a la gente, sobre todo a los jóvenes. Es cierto que "no de aplausos vive el arte”, que necesita el apoyo de mucha gente: de artistas, asociaciones, universidades, centros educativos, del ciudadano de a pie y de quien lo representa, mucho más de quien lo representa.
Escribo esto porque para tener derecho a la libertad de expresión primero hay que cumplir con sus deberes y ahora más que nunca es necesario defenderla. Cuando el mundo de la cultura ha sido dejado en calzoncillos por nuestro ejecutivo, me encuentro con una subida de tasas para el uso de escaparates de cultura como el Teatro Casa de la Música o el Foro Centro Abierto, lugares que todos los carboneros hemos pagado con nuestros impuestos y hemos defendido como fuente de progreso necesaria para Carboneras.
No es justo que para una actuación se le tenga que cobrar 75 euros, o para dos 100 euros, incluso para un ensayo 20 euros, a un artista al que el arte no le da ni para tabaco. No es justo que los lugares que se crearon para alimentar el hambre de cultura de un pueblo ahora tengan una tasa que le va a prohibir de los mejores platos, el de la juventud. Si para los concejales del equipo GICAR-PP es insignificante, para nosotros, los jóvenes, es un mes de gastos personales. Cobrar dos, tres o cinco euros por una entrada ya me parecía excesivo.
Nos suben el IBI, el Impuesto de Circulación, las cuotas de las Escuelas Deportivas, nos cierran el Foro Centro Abierto (para obligarnos a pagar por su uso), nos obligan a pagar para visitar nuestras playas y encima ahora estas tasas. Si algo debe ser prioridad para un ayuntamiento, ese algo es la cultura. Estoy harto de ver cómo la cultura paga siempre los platos que no ha roto, la página de mi paciencia está llena de absurdos como éstos.
Pensemos por un segundo el perfil de las personas que utilizan la Casa de la Música. L a mayoría son jóvenes que empiezan llenos de ilusión y arte. Quizás mañana muchos de ellos llenarán auditorios y teatros. La cultura es sinónimo de creatividad y dudo que muchos de nuestros concejales sepan su poder.
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