Isabel Morillo
Jefa de Andalucía de El Correo de Andalucía
El PP andaluz anunció ayer que abandona la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) después de año y medio de batalla interna y partidaria por la presidencia de este organismo. El foro de los alcaldes no contará con el PP, a pesar de que los populares dominan, con diferencia, el mapa municipal de Andalucía. Gobiernan en las ocho capitales, 22 de las 25 ciudades con más población y en cinco diputaciones. En las pasadas municipales el PP barrió y marcó un récord histórico, situándose a 300.000 votos y siete puntos del PSOE. Sin embargo, los socialistas gobiernan en conjunto en más ayuntamientos y a eso se han agarrado para no ceder la presidencia de la FAMP. Desde el PSOE sostienen que los estatutos de la federación establecen el voto para los municipios y ellos tienen la mayoría.
En el último año y medio la FAMP ha dado este espectáculo nada edificante: políticos peleándose por sillones. Una imagen que debería de preocupar a los partidos cuando han caído en picado en crédito ciudadano. Pero no ha sido posible el diálogo. En varias ocasiones se ha estado a punto de cerrar un acuerdo con la opción de una presidencia rotatoria que diera el mando a los dos principales partidos en periodos de dos años. El pulso por decidir quién ocupaba primero la presidencia arruinó esa posibilidad. Además después de las autonómicas y tras el pacto de PSOE e IU en el Gobierno andaluz, los partidos de la izquierda comenzaron a dar muestras claras de que no estaban dispuestos a ceder el bastón de mando de los alcaldes andaluces al PP. IU, en clara minoría, incluso ronea con la idea de ocupar la presidencia.
Los populares defienden que han tratado de negociar pero no ha sido posible un acuerdo. Los primeros espadas, José Antonio Griñán y Juan Ignacio Zoido, se comprometieron el pasado julio a un pacto. La salida de la FAMP es una decisión drástica, sin precedentes. En las últimas semanas la interlocución se ha producido al máximo nivel entre el secretario general del PP-A, José Luis Sanz, y el vicesecretario general del PSOE-A, Mario Jiménez. Ni los socialistas concedieron una presidencia rotatoria (algo a lo que sí estuvieron de acuerdo el pasado noviembre y el PP rechazó) ni los populares aceptaron un gobierno compartido. El acuerdo que reinó en la Federación Española de Municipios (FEMP) y que entregó la presidencia a Zoido (renunció el pasado julio) no se ha dado en Andalucía.
Da igual que esta ruptura haya coincidido con un periodo de diálogo y acuerdos entre el Gobierno y la Junta y que tanto el Ejecutivo de Mariano Rajoy como el de José Antonio Griñán hayan decidido aparcar la confrontación. En esta pugna se ha visto casi de todo. El PSOE propició una afiliación masiva de mancomunidades -asociaciones de municipios con derecho a voto- para garantizarse el control del órgano. Con los estatutos en la mano, en la asamblea de hace un año, PSOE y PP tenían 12 sillones cada uno, 2 IU y 1 el PA.
La FAMP es una asociación de alcaldes, que se creó en 1985 y siempre han gobernado los socialistas. Se sufraga con el pago de cuotas de sus miembros. Debería de funcionar como un foro al margen de batallas partidistas pero no es así. La salida del PP deja el órgano sin sentido. En el haber de esta federación se encuentran en los últimos tiempos negociaciones importantes como las de las leyes municipales andaluzas o el acuerdo para estipular los sueldos de alcaldes y concejales. Al frente del órgano está, de momento, el alcalde socialista de Dos Hermanas (Sevilla), Francisco Toscano, quien ha abandonado el guión oficial de su partido y ha propuesto una presidencia rotatoria como pedía el PP. Toscano, que se situó entre los críticos a la actual dirección socialista de Griñán, no tiene posibilidades de seguir.
Zoido, alcalde de Sevilla por mayoría absolutísima y presidente del PP-A, lamentó que "la soberbia y la prepotencia" del PSOE le impida admitir su derrota en las municipales. De eso hay mucho en esta pelea. El PP quiere presidir la FAMP como el símbolo de que ganó al PSOE las elecciones municipales (antes en las generales y después en las autonómicas). Los socialistas se niegan a esa foto.
PSOE e IU lamentan la "radicalidad" de Zoido.
El vicesecretario general del PSOE de Andalucía, Mario Jiménez, instó ayer al presidente del PP-A y alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, a que rectifique en la decisión de su partido de abandonar la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP), una situación que Jiménez tacha de "montaje" dado que aún, según señala, la asamblea de dicha asociación no está convocada. En un comunicado, Mario Jiménez apeló al diálogo y a la responsabilidad de Zoido para revocar esta decisión del PP, toda vez que considera que es "impresentable" que el que hasta el pasado julio fuera presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) "esté cuestionando la continuidad de la FAMP". Jiménez lamentó que el PP "haya llevado hasta el último extremo la amenaza y estén dispuestos a abandonar la FAMP", lo que demuestra, a su entender, "la radicalidad y la escasísima base democrática del PP andaluz". Jiménez defendió que su partido está abierto al diálogo y al acuerdo y habló de "irresponsabilidad" y "radicalidad" del PP.
El vicepresidente andaluz y coordinador regional de IU, Diego Valderas, atribuyó la decisión del PP a una búsqueda de "confrontación" entre los alcaldes y la Junta e instó a Zoido a que "reconsidere" su postura. Valderas calificó la marcha del PP como un "acto irresponsabilidad política cargado de deslealtad institucional" que tildó de "preocupante", pues significa que el PP no ha podido "aceptar las reglas del juego".
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