Juicio por la cátedra de Árabe de la UAL

Jorge Lirola Delgado  
Profesor de Estudios Árabes e Islámicos

Mañana, viernes, en la ciudad de la Justicia de Almería tendrá lugar la vista pública sobre la legalidad de la convocatoria de la cátedra de árabe,  tras la cual el magistrado Antonio Luis García Valverde tendrá que emitir sentencia. Yo mantengo que la convocatoria no se ajustó a la legalidad vigente entonces, que forzó Pedro Molina para que obtuviera la plaza la persona que a él le interesaba, Luisa Arvide, quien se ha personado de parte del Rectorado en el procedimiento. También he denunciado que la persona que propusó al tribunal fue la que se presentaba a la plaza y que la obtuvo, lo que, igualmente, es ilegal.

En la vista pública habrán de testificar varias personas: Juan Luis López Cruces, quien era entonces Director del Departamento que convocó la plaza, los profesores Bárbara Herrero y Javier Aguirre, ambos profesores de Estudios Árabes de la Universidad de Almería, así como los catedráticos Emilio Molina López (Universidad de Granada), Alfonso Carmona (Universidad de Murcia), Francisco Franco (Universidad de Alicante) y María Jesús Viguera y Josep Puig (ambos de la Universidad Complutense de Madrid). Francisco Franco también está implicado en otro caso de presunta corrupción que se sustancia en un contencioso en la Audiencia Nacional en Madrid, por ser informante confidencial de la ANECA, agencia encargada de acreditar a las personas que pueden presentarse a las plazas.

El juez, Antonio Luis García Valverde, es el mismo que no me concedió la suspensión cautelar hace meses, siendo después desacreditado por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía con sede en Granada. Será de gran interés el desarrollo del juicio y la posterior sentencia, en especial la motivación que se haga en la misma, a la vista del desarrollo del juicio. Por eso os animo a todos, medios de comunicación incluidos, a asistir a la vista pública, para conocer directamente el desarrollo de las argumentaciones de la parte demandante (yo, Jorge Lirola) y la demandada (el Rectorado de la Universidad de Almería, representada por Carmen PIlar Pulido Egea, Jefa del Gabinete Jurídico de la UAL), así como la que haga otra de las partes afectadas, Luisa Arvide, personada en el procedimiento judicial.

No sería la primera vez que se anula una cátedra en la Universidad de Almería, pues en sentencia del año 1998 se anularon dos, una de Filosofía y otra de Filología Inglesa, sentencia que ejecutó el equipo de gobierno en el que estaba como vicerrector Pedro Molina, quien defendió entonces la anulación judicial. En aquel caso, bastó que no se hubiera emitido un informe del Departamento para anular las cátedras, lo que supuso que quienes las ocupaban se fueron directamente al paro, al haber renunciado previamente a las plazas que tenían en otras universidades. Yo también había interpuesto un contencioso contra la convocatoria de la cátedra de árabe, convocadas como las otras en 1995, por la misma razón, si bien, al obtener la plaza no la persona que tenía prevista el Rector de la Universidad, entonces Alberto Fernández, y que era Luisa Arvide, la misma que la ha obtenido ahora, retiré el procedimiento antes de que hubiera sentencia para no perjudicar a una persona que yo entendía que no había participado en la ilegalidad. Una de las testigas, María Jesús Viguera fue elegida, por sorteo entonces, en el tribunal, si bien dimitió. En este caso, la anulación de la cátedra tan solo supondría que la profesora afectada volvería a ser titular de la universidad en lugar de catedrática.

Es previsible que, en el transcurso de la prueba testifical, se produzcan testimonios contradictorios, lo que supondrá que alguno de los testigos miente, lo cual es un delito penal que atenta contra la administración de la Justica, lo que seguramente llevará a engrosar la posterior querella que tengo intención de interponer.

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