José Fernández
Periodista
Hace ya tiempo que vengo diciendo que los cargos con los que Izquierda Unida ha perlado la constelación de altos cargos de la Junta iban a convertirse, siguiendo su electrizante lema electoral de “Rebélate”, en toda una revelación -pero con uve- más próxima a la aparición ectoplasmática que a la insurrección. Y es que te pones a contar y no paras.
De entrada, la otra noche asistí a la inauguración de un congreso internacional celebrado en Almería al que la Junta envió un portavoz, que resultó ser un señor de IUCA que es también viceconsejero de Fomento. Pues bien, el representante de la Junta saludó a los congresistas (por dos veces) en nombre, exclusivamente, del vicepresidente Valderas. Será que en Izquierda Unida se desconocen los protocolos institucionales o que cuando uno acude en nombre de una institución los saludos los envía el presidente de la misma, y no el vicepresidente con el que se comparte militancia.
Pero al margen de la paletada sectaria -que probablemente alguno interpretará como un arrebato neoliberal- no puedo dejar de mencionar que la delegada en Almería de esta misma consejería gestionada por IUCA, Encarna Caparrós, acaba de decir que las carreteras cortadas por las riadas en Almería se volverán a abrir “cuando sean seguras.” Teniendo en cuenta que decir lo contrario habría supuesto la actuación, de oficio, de los servicios de Salud Mental de Torrecárdenas (a ver qué loco abre al tráfico una carretera insegura) creo que en Izquierda Unida deberían empezar a limitar, pero ya, las apariciones públicas de sus cargos para evitarnos presentes y venideros soponcios.
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