Y los estudiantes salieron a la calle

Teleprensa 

Editorial 

Incluso en Almería, donde resulta especialmente difícil concentrar a la población para salir a la calle a protestar, más cuando se trata de ir contra políticas del PP que aquí tiene un importante feudo, los estudiantes se han manifestado y se han sumado a las numerosas concentraciones que se han llevado a cabo por todo el Estado y en las que se pide un cambio en la política educativa del Gobierno.

Manifestación en Almería / Foto: J. J. Mullor (Ideal)

Porque hay una cosa clara y es que si bien se están adoptando muchas medidas, el Gobierno ha expresado en ocasiones que toma ciertas decisiones porque no le queda otra -aunque le quede-, pero que es su intención, por ejemplo, reducir los impuestos en cuanto haya una mejora del déficit o volver a invertir en infraestructuras en cuanto le sea posible, pero hay reformas como la de justicia o educación que muy poco tienen que ver con la actual coyuntura económica y que responden más bien a un convencimiento y deseo de cambio. Es decir, política pura y dura.

Y es precisamente en este punto, donde estudiantes, docentes y padres no están dispuestos a dar un paso atrás porque así es como se sienten muchas de las medidas que promueven. En general, menos oportunidades para seguir estudiando y la sensación de que a la cuadrilla de “vagos” que no esté dispuesta a sacar todo a la primera le van a dar la patada rápido para sacarla del sistema.

Pero pretender que a los 12 años haya una madurez de la que a veces no gozan ni quienes dictan las normas, es un abuso. Durante los últimos días se ha hablado mucho de subir el ratio, no sustituir a los profesores y limitar las becas, pero muy poco de cuánto invertir en el reciclaje del profesorado y cómo buscar nuevas formas de motivación en los chavales. Porque una cosa es clara y es que hasta al más tonto y vago le da envidia ver como otro de su especie se relaciona sin problemas con un inglés en su idioma o admira un descubrimiento o lo que se puede saber de una persona sólo con su ADN, el problema es hacer entender a esos jóvenes que ese conocimiento lo pueden adquirir ellos, y sobre todo descubrirles ese universo sin que tengan la sensación de que es una carga pesada sino más bien todo lo contrario, un enriquecimiento personal.