Emilio Ruiz
El País y El Mundo son los dos periódicos de referencia de la prensa nacional española. Son dos grandes periódicos. Cada uno de ellos tiene su matiz ideológico: el de Prisa, cierto aire progresista, y el de Unedisa, más conservador. Los dos, unidos, forman un tándem cuya lectura resulta imprescindible para forjarse un criterio medianamente objetivo de lo que sucede alrededor.
El tándem de referencia |
Últimamente, ambos andan sumergidos en ese océano revoltoso que baña a casi todos los medios de comunicación tradicionales. Basta darse una vuelta por los kioscos para observar cómo las montañas de periódicos de antaño se han tornado en un reducido montoncito. Los datos ofrecidos por la OJD , referidos al mes de septiembre, son inequívocos: El País reduce sus ventas un 14 % y El Mundo, un 21 %. En cuanto a publicidad, durante el primer semestre el primero redujo sus ingresos un 22 %, mientras el segundo los redujo un 17 %, según hace la AEDE. Y así, mes a mes.
Con ese depauperado panorama, los dos periódicos se han visto obligados a elaborar un drástico plan de ajuste. Han suprimido o diezmado delegaciones y suplementos y han despedido, por parte de El País, a 129 profesionales, y a 117, por parte de El Mundo. Se han prescindido de firmas con las que cada mañana nos sentíamos formados e informados y de las que hemos disfrutado. Muchos lectores observamos el horizonte con desánimo. Pero, sinceramente, no entiendo a ese grupo de intelectuales que considera que “su periódico” debe regirse por criterios ideológicos y sentimentales y no por los datos fríos de una cuenta de resultados. Esto, señores, ya no funciona así. Lamentablemente. Recordad a Público: quiso realizar un proyecto más ideológico que empresarial, ¿y dónde ha terminado?
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