Isabel Morillo
Jefa de Andalucía de El Correo de Andalucía
El PP, que se iba, preside desde ayer la Federación Andaluza de Municipios y Provincias, un foro que reúne a los alcaldes y que parece maldito en términos políticos. Se está convirtiendo en el escenario de la peor pelea entre partidos y, ahora, entre familias de un mismo partido. Ha sido el estallido de la crisis interna en las filas socialistas lo que ha aupado a una alcaldesa del PP. Ahora queda ver si los populares siguen con sus planes anunciados de abandonar el órgano municipal o si buscarán atrincherarse en la institución y frenar su renovación.
Toscano, expresidente, y Muñoz, presidenta |
Después de que el PP anunciara su marcha tras año y medio de pugna con los socialistas por la presidencia de la institución, PSOE, IU y PA rubricaron a comienzos de esta semana un pacto para repartirse el poder en la organización a espaldas de los populares. La presidencia quedaba en manos del presidente de la Diputación de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos .
Era difícil de imaginar la nueva vuelta de tuerca que ha acabado con el PP, con un pie fuera del órgano, en la presidencia. Este último episodio está íntimamente ligado con la crisis interna del PSOE andaluz que vuelve a activarse a las puertas de unas elecciones catalanas que podrían suponer un punto y aparte para el liderazgo de Alfredo Perez Rubalcaba. Todos se posicionan.
El hasta ahora presidente de la FAMP, Francisco Toscano , consumó ayer su dimisión después de que su propio partido decidiera apartarlo. Está dolido, se queja de las formas. Hubo una reunión en San Vicente el lunes que acabó mal, admitió ayer. El también alcalde de Dos Hermanas es uno de los regidores más importantes que tiene un PSOE con las cotas más bajas de poder institucional de su historia.Fue uno de los rostros de la corriente crítica que votó en contra de José Antonio Griñán en el congreso regional de julio.
La foto fue demoledora: Toscano entregó la FAMP a la actual vicepresidenta y alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz. La regidora popular seguía en la institución a pesar de que son ya varias las diputaciones y ayuntamientos gobernados por el PP que han aprobado en pleno salirse del órgano municipal. Los socialistas peor pensados aseguran que Toscano podría haber adelantado su estrategia al PP. Los populares explican que Muñoz seguía en la vicepresidencia para poder mantener vivo un recurso interpuesto por su partido dentro de la guerra por el control de la FAMP y en contra de una adhesión masiva de mancomunidades socialistas para ganar poder interno.
El gesto de Toscano, que como siempre ha hablado alto y claro, ha calentado de forma importante los ánimos dentro del PSOE andaluz y ayer la consejera de la Presidencia, Susana Díaz, dejaba constancia de su indignación en declaraciones a los periodistas en los pasillos del Parlamento andaluz. “Yo no lo habría hecho”, repitió la también presidenta del PSOE de Sevilla, asegurando que algunos “están más cómodos en acuerdo con el PP”. Habló de “una pataleta infantil, de es mío o no es de nadie”. Un detalle que ilustra el grado de conflicto. Poco después, llegaba una convocatoria de la FAMP citando para que quedara testimonio gráfico de la entrega de la presidencia de Toscano a la regidora marbellí.
No se sabe si la dimisión de Toscano va a quedar impune, pero ya hay dirigentes socialistas que alertan de que deberían de adoptarse medidas. Nada nuevo, puesto que ya los dos bandos del PSOE andaluz están llevando al extremo el enfrentamiento en Cádiz. La noche del martes trascendió que se ha abierto expediente disciplinario, que puede acabar en expulsión, a seis diputados provinciales, críticos con la dirección regional y provincial y que impiden que la nueva dirigente de los socialistas gaditanos asuma la portavocía de la Diputación. Los críticos han presentado un recurso ante la dirección federal de Alfredo Pérez Rubalcaba. Manuel Chaves calificó ayer desde Cádiz de “dura y extrema” la sanción.
Todo se está moviendo y los socialistas andaluces que pujaron por Carme Chacón en el congreso federal protagonizan maniobras internas para reclamar en firme a Rubalcaba una nueva dirección tras el presumible fracaso catalán. Griñán y el núcleo duro de San Vicente están en estas tesis. Enfrente, los llamados rubalcabistas, críticos con el griñanismo, también se están reactivando y dando batalla. Ahí está Toscano. Y en medio, la FAMP.
Era difícil de imaginar la nueva vuelta de tuerca que ha acabado con el PP, con un pie fuera del órgano, en la presidencia. Este último episodio está íntimamente ligado con la crisis interna del PSOE andaluz que vuelve a activarse a las puertas de unas elecciones catalanas que podrían suponer un punto y aparte para el liderazgo de Alfredo Perez Rubalcaba. Todos se posicionan.
El hasta ahora presidente de la FAMP, Francisco Toscano , consumó ayer su dimisión después de que su propio partido decidiera apartarlo. Está dolido, se queja de las formas. Hubo una reunión en San Vicente el lunes que acabó mal, admitió ayer. El también alcalde de Dos Hermanas es uno de los regidores más importantes que tiene un PSOE con las cotas más bajas de poder institucional de su historia.Fue uno de los rostros de la corriente crítica que votó en contra de José Antonio Griñán en el congreso regional de julio.
La foto fue demoledora: Toscano entregó la FAMP a la actual vicepresidenta y alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz. La regidora popular seguía en la institución a pesar de que son ya varias las diputaciones y ayuntamientos gobernados por el PP que han aprobado en pleno salirse del órgano municipal. Los socialistas peor pensados aseguran que Toscano podría haber adelantado su estrategia al PP. Los populares explican que Muñoz seguía en la vicepresidencia para poder mantener vivo un recurso interpuesto por su partido dentro de la guerra por el control de la FAMP y en contra de una adhesión masiva de mancomunidades socialistas para ganar poder interno.
El gesto de Toscano, que como siempre ha hablado alto y claro, ha calentado de forma importante los ánimos dentro del PSOE andaluz y ayer la consejera de la Presidencia, Susana Díaz, dejaba constancia de su indignación en declaraciones a los periodistas en los pasillos del Parlamento andaluz. “Yo no lo habría hecho”, repitió la también presidenta del PSOE de Sevilla, asegurando que algunos “están más cómodos en acuerdo con el PP”. Habló de “una pataleta infantil, de es mío o no es de nadie”. Un detalle que ilustra el grado de conflicto. Poco después, llegaba una convocatoria de la FAMP citando para que quedara testimonio gráfico de la entrega de la presidencia de Toscano a la regidora marbellí.
No se sabe si la dimisión de Toscano va a quedar impune, pero ya hay dirigentes socialistas que alertan de que deberían de adoptarse medidas. Nada nuevo, puesto que ya los dos bandos del PSOE andaluz están llevando al extremo el enfrentamiento en Cádiz. La noche del martes trascendió que se ha abierto expediente disciplinario, que puede acabar en expulsión, a seis diputados provinciales, críticos con la dirección regional y provincial y que impiden que la nueva dirigente de los socialistas gaditanos asuma la portavocía de la Diputación. Los críticos han presentado un recurso ante la dirección federal de Alfredo Pérez Rubalcaba. Manuel Chaves calificó ayer desde Cádiz de “dura y extrema” la sanción.
Todo se está moviendo y los socialistas andaluces que pujaron por Carme Chacón en el congreso federal protagonizan maniobras internas para reclamar en firme a Rubalcaba una nueva dirección tras el presumible fracaso catalán. Griñán y el núcleo duro de San Vicente están en estas tesis. Enfrente, los llamados rubalcabistas, críticos con el griñanismo, también se están reactivando y dando batalla. Ahí está Toscano. Y en medio, la FAMP.
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