Juan Torrijos
Periodista
Cierto es que está de presidente de Sol y Arena, y desde hace bastantes años, pero no ha conseguido que la justicia le haya apoyado en su tarea de conseguir la presidencia y ahora en el de mantenerla. Juan Romero tendrá que convocar nueva asamblea, tal y como la han pedido los demandantes. Comuneros ellos como él, que vienen denunciando la oscura presidencia de Romero en la comunidad.
Juan Romero, presidente de Sol y Arena |
Llegó a esa presidencia tras unas denuncias contra Pedro Mena Belinchón que no refrendó en su día la justicia, pero ahí se quedó. Artes de todos los colores ha demostrado para mantenerse, pero da la impresión de que la justicia empieza a poner al señor Romero en su sitio. Ya tiene una sentencia en contra, cosa que no le ocurrió al hombre que le precedió en el cargo. Si hubiese tenido vergüenza, tras lo dicho la justicia en el caso de Mena, habría puesto su cargo en la comunidad en manos de la asamblea y de un presidente que fue derrocado con calumnias y las malas artes a las que nos tienen acostumbrados algunas organizaciones agrarias. El caballero en cuestión ha ido haciendo lo contrario en las celebradas: listas amañadas, comuneros que no podían votar, derechos vulnerados... Toda la artillería chapucera y antidemocrática a la que se agarran estos sujetos para no dejar el poder.
Una sentencia le obliga a convocar a votación a los comuneros. No les extrañe, ya se lo digo con tiempo, que el señor Romero pueda seguir al frente de Sol y Arena. No está por la labor de dejar el cargo y lo va a pelear a cañonazos si falta hiciera. Menudo es el señor.
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