Los almerienses de Cataluña, contentos con el fiasco de Mas

Antonio Fernández 

Redactor-Jefe de La Voz de Almería 

Tras las elecciones catalanas de este 25-N, las lecturas y los análisis se multiplican. LA VOZ ha querido recoger las opiniones de almerienses residentes o vinculados con Cataluña y existe un alto grado de coincidencia en sus comentarios. Quizá el aspecto en el que más de acuerdo están es en que Artur Mas se equivocó al plantear las elecciones y, en especial, al convertirlas en un plebiscito sobre la independencia.

Los almerienses de Cataluña consideran que
Mas se ha equivocado

Todos hablan de “descalabro” y también del “perjuicio” que ello puede reportar a la comunidad autónoma en forma de inseguridad en las instituciones e incertidumbre en la ciudadanía. De hecho, piensan que económicamente la jugada de Mas ha sido muy arriesgada y que cuestiones como las inversiones se verán seriamente afectadas, “porque para los inversores cualquier síntoma de desconfianza es un lastre difícil de pasar por alto”.

Hay un sentimiento también común sobre la percepción del problema catalán fuera de la comunidad y la mayoría afirma que lo que se ve, se oye o se lee en los medios de comunicación tiene mucho que ver con la política y las distintas opciones, pero poco sobre lo que ocurre en el día a día de los ciudadanos, entre los que no existe un verdadero sentimiento independentista.

Por lo demás, las fuentes consultadas por este diario consideran que la situación política será más inestable que nunca, entre otras cosas por las diferencias ideológicas de Mas con ERC, y auguran un mandato corto para el presidente de CiU.

Eduardo Aparicio, ingeniero. Eduardo Aparicio tiene sus raíces en Canjáyar, aunque lleva desde niño en Cataluña. Opina que Artur Mas ha cometido un grave error al airear un sentimiento independetista que, aunque real, no responde a los deseos de todos sus votantes, “y por ello ha sufrido un descalabro, su partido ha bajado y se han trasvasado esos votos a Esquerra Republicana y a Ciutadans”. Afirma que será difícil formar gobierno, aprobar presupuestos o conseguir una legislatura estable”.

Claudia Fernández, licenciada en Ciencias Ambientales. Nacida en Barcelona, de padre almeriense, vivió su niñez en Cataluña y su juventud en Almería. Dice que el descalabro de Artur Mas es “fiel reflejo de la voluntad de los catalanes, que no están por la independencia”. Teme que el debate abierto y el resultado obtenido ahonden más aún la diferencia entre unos y otros. Esa factura que pagará en su conjunto Cataluña tiene para ella responsables en “unos políticos muy irresponsables”.

Juliá Gil, abogado. Sus raíces están en Cuevas del Almanzora y sostiene que el resultado electoral es un mal negocio para Cataluña “porque los inversores no quieren saber nada de separatismos ni radicalismos”.  Afirma que el independentismo es “mucho más ruidoso” que lo que entiende como una mayoría que busca estabilidad y prosperidad, y lamenta que “cada cuatro años, en elecciones, se reproduce este mismo debate, estéril por otra parte”. El abogado Juliá Gil dice que Mas va a misa cada domingo y eso tiene poco en común con ERC. “Un posible pacto entre ambas formaciones políticas suena a broma”, dice. Asimismo, analiza que el partido que ha experimentado una subida mayor es Ciutadans de Catalunya, “que no tiene nada que ver con el independentismo”.

José Pérez, hostelero en Tarrasa. Almeriense con 48 años en Cataluña, donde formó familia y plantó raíces. Ve lo ocurrido con la calma de quien ha pasado ya varias veces por procesos similares, aunque en este caso teme que puedan producirse perjucios “porque tras la campaña se ve como más división entre la gente, los partidos, la imagen de los catalanes, y esa incertidumbre no es buena para nadie, mucho menos para la economía y para gente que no está en esas batallas. Aquí nos preocupa, y mucho, el paro, la crisis económica, disponer de buenos servicios o los recortes, el resto es más para los juegos políticos y para los medios de comunicación, que no paran de airear mensajes y proclamas”. José Pérez afirma que el independentismo “no se vive en las calles, ni en la vida diaria de la gente. La opinión de mucha gente es que tendría que pasar tanto tiempo para eso que nosotros no lo veríamos”.

Octavio López, presidente de la Peña Maresme del Almería. “Artur Mas ha salido vapuleado de estas elecciones, ha hecho el ridículo. Debería irse y entrar otro de su partido. Aquí hay muchos emigrantes que tenemos hijos catalanes, pero nos consideramos españoles”, explica Octavio López, presidente de la Peña Maresme de la Unión Deportiva Almería en Cataluña. Afincado en Barcelona desde hace 42 años, considera que el adelanto electoral les va a pasar factura. “Es ilógico que lleguen a un acuerdo con ERC, unos son de derechas y otros de izquierdas”.

Antonio Simón, presidente de la Asociación Amigos de la Santa Cruz en Tarrasa. Antonio Simón llegó a Cataluña cuando tenía diez años y ahora suma sesenta. Se dedica a la electrónica y es presidente de la Asociación Amigos de la Santa Cruz en Tarrasa. “No es que esperáramos este resultado, porque la posición de CiU era legítima. Aunque quizá se hayan equivocado en no valorar que al pueblo lo que le preocupa es el trabajo y tener atenciones sociales. Lo más destacado ha sido la participación masiva, había colas para votar”.

Francisco Gutiérrez Latorre, presidente de la Casa de Almeria en Barcelona. "Los resultados de las elecciones del 25 noviembre en Cataluña han dejado claro que el nuevo Parlament contará con un bloque soberanista (independentista) mayoritario, con síntomas claros de radicalidad. Los partidos constitucionalistas quedan en minoría y, entre ambos, en posiciones indefinidas está el denominado coloquialmente sector convergente del PSOE que se queda con una veintena de escaños.

Difícil la nueva andadura política que aguarda a Cataluña, sobremanera en momentos económicos tan tremendos y después del descrédito alcanzado en el griterío de las redes sociales y de las tertulias de los medios de comunicación social, incluidos los del predio exterior. Si bien debemos matizar que Cataluña por sus valores, para fortuna de todos, es algo muy superior al deplorable espectáculo de los últimos meses.

Es necesario, y ahora más que urgente, que se reconfigure la España de las autonomías. Que cada parte sepa lo que le corresponde y al mismo tiempo que el ciudadano se sienta acogido por los beneficios de la seguridad jurídica y no en el incumplimiento reiterado de las resoluciones del Tribunal Supremo o en la plaga de las corruptelas.

Como Cataluña es un crisol de España, y sus ciudadanos proceden de otras regiones, y numerosos de ellos han constituido matrimonios con catalanes o catalanas, y son padres de muchos hijos e hijas, debemos preguntarnos: en esos hijos o hijas de tales matrimonios, dónde está la línea de la catalanidad soberanista. No hay respuesta posible, salvo que se recurra a la insensatez".