Un año de Rajoy en Andalucía

Isabel Morillo 
Jefa de Andalucía de El Correo de Andalucía 

1.982.091. Son los votos que cosechó Mariano Rajoy en Andalucía en las generales del 20 de noviembre de 2012. La victoria histórica del PP en la comunidad apuntaló a Rajoy en La Moncloa con una mayoría holgadísima. De eso hace ya casi un año. Mucho ha llovido desde entonces. Cuatro meses después, con todas las encuestas a su favor, Javier Arenas se estrelló en las urnas aunque su partido, el PP, ganó por primera vez unas autonómicas. Las duras medidas tomadas por el Ejecutivo de Rajoy pasaron factura al PP y PSOE e IU formaron, contra todo pronóstico, un Gobierno de coalición de izquierdas.

Rajoy, en un acto en Almería
En estos doce meses las relaciones entre Junta y Gobierno han reeditado la confrontación más dura de la etapa de Aznar, aunque se han llegado a acuerdos económicos. El Ejecutivo andaluz denuncia la "asfixia y discriminación" a la que el PP le tiene sometido y tiene claro que lo que más "daño" ha hecho a Andalucía ha sido la reforma laboral, el incumplimiento del Estatuto andaluz y los recortes en sanidad y educación. El PP-A, por el contrario, destaca el "apoyo permanente" del Gobierno de Rajoy a las comunidades para "sacarlas de la quiebra" y asegura que Andalucía ha sido "la más beneficiada" por los instrumentos de liquidez puestos en marcha.

Visiones muy distintas de un año dificilísimo desde el punto de vista económico y social, marcado por los severos ajustes impuestos desde Bruselas para cumplir con un exigente objetivo del déficit. En este tiempo el vicepresidente de la Junta, Diego Valderas (IU), diferencia entre "una primera etapa de falta de lealtad y trato discriminatorio" hacia Andalucía que trató de corregirse abriendo el diálogo el pasado verano. Tras la reunión de Rajoy y José Antonio Griñán en La Moncloa y el cerrojazo unilateral impuesto un día después en el Consejo de Política Fiscal y Financiera al endeudamiento se produjo un punto de inflexión. El presidente andaluz dio un golpe en la mesa y Rajoy descolgó el teléfono y reclamó diálogo. Pero la sensación que ahora mismo transmite el Ejecutivo andaluz es que, si bien se llegaron a acuerdos importantes en la Conferencia de Presidentes, el diálogo está en vía muerta y esa especie de pacto de no agresión no funciona. "Practican contra Andalucía una asfixia financiera en un momento de máxima gravedad de la crisis aunque en apariencia, ahora, se guardan las formas. Hay cauces de comunicación abiertos pero se concreta en nada", lamenta el portavoz del Gobierno andaluz, Miguel Ángel Vázquez.

Valderas lo suscribe. "Ha habido un intento de diálogo en el que Andalucía ha puesto toda la carne en el asador, pero la respuesta que nos da el Gobierno de Rajoy es insuficiente". A su juicio, queda demostrado que a Andalucía se le trata financieramente mucho peor que a Valencia, Cataluña o Extremadura. El PP-A ofrece un balance radicalmente opuesto. El secretario general del partido, José Luis Sanz, asegura que Rajoy y los ministros andaluces (Cristóbal Montoro, Fátima Báñez y Migue Arias Cañete) han realizado un "permanente ofrecimiento de diálogo" al Gobierno andaluz y que esa "lealtad" no ha sido "recíproca". Ellos son los que han encarado la mayoría de los asuntos entre ambos Gobiernos.

Desde el Gobierno andaluz recitan casi de memoria las medidas del Ejecutivo central más perjudiciales para Andalucía. Para Valderas, uno de los hechos más graves en este año es el incumplimiento del Estatuto andaluz. En los dos Presupuestos Generales el Estado no ha cumplido con la obligación de invertir en la comunidad el 17,9%, según su peso poblacional. "El PP que abrazó el Estatuto en el Congreso se ha alejado plenamente, ha roto con el Estatuto", lamenta el vicepresidente. Sanz advierte de que en los dos últimos años de Zapatero la inversión real en la comunidad "no se acercó ni al 15%".

Según Vázquez, lo peor ha sido la reforma laboral en una comunidad con índices de paro por encima de la media y en la que el desempleo alcanza el 35%. "Que haya más paro es un desastre porque el principal problema de Andalucía se agrava", dice el portavoz, que apunta igualmente a los recortes en educación y sanidad que su Gobierno ha recurrido ante el Constitucional. En estos doce meses han cruzado cinco recursos ante el Constitucional. El Gobierno ha recurrido medidas andaluzas como las oposiciones de maestros o la subasta de fármacos. Andalucía ha recurrido los recortes en sanidad y educación y la libertad de horarios comerciales.

El Gobierno de Griñán está plenamente convencido de que los ajustes presupuestarios del Ejecutivo central castigan especialmente a Andalucía. Ese capítulo de asfixia económica preocupa por encima de los enfrentamientos políticos. "Ahora mismo existen cauces de diálogo abiertos", recuerda el portavoz de la Junta, para tratar de cambiar el reparto del déficit entre el Estado y las comunidades, para reclamar que la inversión de los Presupuestos Generales se ajusten al Estatuto o para presionar por un incremento de la cuantía asignada a Andalucía en el Fondo de Liquidez Autonómica. "La mitad de lo asignado a Cataluña", recuerdan. La Generalitat catalana ingresará 5.370 millones del fondo de rescate (el 98% de lo que pidió) mientras que a Andalucía solo llegarán 2.115 millones, la mitad de lo que reclamó (4.906). El único acuerdo importante alcanzado en este año es el referido al límite de endeudamiento impuesto a Andalucía, que al final el Gobierno corrigió y accedió que llegará al 15% de su PIB. El número dos del PP andaluz insiste en que Andalucía es la "más beneficiada" y recuerda que ha recibido unos 10.000 millones de los distintos instrumentos de liquidez articulados por el Ejecutivo. Sanz destaca el Plan de Pago a Proveedores, que ha permitido "que muchas pymes cobren sus deudas".

Además desde San Telmo echan en falta un mayor peso político del PP andaluz en el conjunto del Estado para defender los intereses de la comunidad. Otros barones populares, aseguran, lo hacen. "El PP andaluz no pinta nada y va por detrás del Gobierno", señala Vázquez. Valderas también afirma que en la etapa de Aznar "el liderazgo de Arenas en el conjunto del Estado es incomparable" con el del actual líder del PP-A, Juan Ignacio Zoido. El secretario general de los populares niega la mayor y acusa a la Junta de ejercer "una oposición permanente a Rajoy". "Está esperando a que escampe", manifiesta.

¿Y el futuro? A este respecto todas las respuestas apuntan a un incremento de la confrontación que vendrá por dos vías: la asfixia financiera y Cataluña y el debate territorial. Valderas deja claro que los Presupuestos andaluces están elaborados "al límite para mantener los servicios públicos" y advierte de que es fundamental que el Estado cumpla con sus previsiones de ingresos (dudosas, insinúa) y que no se dé marcha atrás. Mientras, Andalucía quiere sacar pecho y mostrar su capacidad de movilización. Ahí surge el gran pacto por Andalucía en el que el Gobierno quiere sumar a sindicatos, empresarios, partidos y colectivos sociales. "Andalucía tiene que empezar a jugar en la agenda española", avisa Valderas.

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