Agua de calidad para Roquetas

José Luis Sánchez Teruel 
Secretario General del PSOE de Almería 

Hoy le hemos exigido al alcalde de Roquetas de Mar que mejore la calidad del agua que le da a sus vecinos y que evite la sobreexplotación del acuífero. Juan Miguel López, nuestro secretario general, ha señalado que “en pleno siglo XXI Gabriel Amat condena a sus vecinos a comprar agua mineral en lugar de exigirle al Ayuntamiento de Almería que deje extraer agua de los pozos de Bernal y que utilice a pleno rendimiento la desaladora en la que se gasto 47 millones de euros". Gabriel Amat debe “de una vez por todas, tomar cartas en el asunto” y exigir al Alcalde de Almería que “arbitre las medidas oportunas para dejar de extraer agua de los pozos de la rambla Bernal, lo que mejoraría la situación del acuífero del Poniente, actualmente sobreexplotado, y por lo tanto la cantidad y la calidad de agua que pueden recibir los vecinos de Roquetas”.

Preservar las aguas subterráneas de la Comarca del Poniente almeriense es claramente una necesidad en estos tiempos, no solo para el consumo humano, sino por la actividad agrícola y turística de nuestra comarca. La población debe estar informada del estado actual de los acuíferos de la zona, de las causas que han originado su sobreexplotación y de las alternativas de gestión hídrica que se plantean para alcanzar un modelo de gestión sostenible. “Los que tienen las responsabilidades políticas, como es el caso de los alcaldes de Roquetas y Almería, deben entender que una mala decisión del presente, puede tener una consecuencia gravísima en el futuro”.

Los acuíferos de los que se abastece Roquetas de Mar, y en general el Poniente, están en una situación complicada y limitante, ya que los pozos actualmente están sobreexplotados. Eso significa que el agua que se está extrayendo es un agua con unos contenidos en sales y cloruros muy elevados, que la hacen estar en el límite de salubridad. Según Juan Miguel López, esta situación hace que “el agua que le llega a la ciudadanía de Roquetas de Mar tenga muy mala calidad”. “Ésta es una queja continua de los usuarios, y es inaceptable que en pleno siglo XXI Gabriel Amat condene a sus vecinos a comprar agua mineral en lugar de exigirle al Ayuntamiento de Almería, como parte causante del problema, que deje extraer agua de los pozos de la Comarca del Poniente”. En este sentido, López considera que Roquetas de Mar tiene muy limitado el abastecimiento de agua no sólo porque ha aumentado su población considerablemente en los últimos años, sino además por el aumento de visitantes y turistas en verano. Por ello, añade, es una práctica habitual que recibamos en verano un aporte extra de otros pozos. En definitiva, concluye el líder de los socialistas roqueteros, “Roquetas de Mar necesitaría una previsión extra de entre 8 y 11 Hm3 para no tener serios problemas en breve”.

Ante la previsión de la sobreexplotación de los acuíferos, en el año 2003 se construyó la desaladora de Almería para que los almerienses pudieran tener agua suficiente sin necesidad de extraerla del subsuelo. La realidad, según el secretario general de los socialistas roqueteros es que “Almería, en la actualidad, sólo está usando el 20% del agua de esa desaladora y el resto procede de Roquetas de Mar, El Ejido y Vícar (Paraje del Bernal)”. “La desaladora fue una obra que tuvo un coste de más de 47 millones de euros pagada por todos los ciudadanos, está sin usar prácticamente y está creando ya un serio problema a los usuarios de Roquetas de Mar y un futuro económico complicado”, ha indicado Juan Miguel López.

Ante esta situación el Grupo Municipal Socialista en Roquetas de Mar ha registrado una moción en el Ayuntamiento en la que insta al alcalde de Roquetas, y presidente del PP de Almería, a que exija al alcalde de Almería que use el agua de la desaladora que se construyó para ese fin y de esa forma deje de sobreexplotar el acuífero del Poniente, con el objetivo de que Roquetas de Mar vea mejorada la calidad de su agua. Si esto no se lleva a cabo rápido - se expone en la moción - Roquetas de Mar tendrá un grave problema, no solo en la calidad para consumo, sino en la cantidad que necesita para atender las necesidades de sus ciudadanos y ciudadanas.

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