Emiliano Domene Fernández
Coordinador del Grupo contra cláusulas suelo de IU Almería
El Euribor es el principal índice de referencia utilizado para señalar el tipo de interés de los préstamos hipotecarios de nuestro país, aquellos que tenemos hipoteca hemos incorporado en nuestro vocabulario habitual esta palabra. Recientemente este indicador, el más utilizado para el cálculo de hipotecas, cayó por primera vez en su historia por debajo del 0,6%, después de haber cerrado noviembre con la media mensual más baja de su historia. En esta situación, desde varios medios de comunicación y desde ciertos ámbitos políticos se lanzan mensajes sobre como estas bajadas aliviaran las economías de millones de hogares en nuestro país, algo que desgraciadamente no es cierto. Estas informaciones se olvidan de decir que en su momento, mientras crecía espectacularmente el mercado inmobiliario, las entidades bancarias introdujeron de forma torcitera y poco ética una cláusula de interés mínimo, la vulgarmente denominada cláusula suelo, cuya aplicación impide que los hipotecados se puedan beneficiar de estas bajadas del euribor.
Nos encontramos con intereses mínimo o suelos de entre el 3 % y el 6 %. Hablamos de que estos hipotecados pueden estar pagando entre 80 y 300 euros mensuales más de lo que les correspondería en base a la aplicación del actual euribor. Teniendo en cuenta que hasta hace bien poco se estaban formalizando hipotecas de hasta 40 años, nos podemos hacer una idea de la cantidad tan enorme e indecente de dinero que supone a lo largo de la vida de un préstamo, para los bolsillos de las personas afectadas.
Para entender la dimensión de esta jugada de la banca hay que recordar que al principio de la crisis se cifraba en el 90 % las hipotecas con cláusula suelo, y la falta de transparencia en su contratación es tan evidente que es ahora, al percatarse de que la caída del euribor no se trasladaba a sus hipotecas, cuando la mayoría de los afectados han descubierto la realidad. Es más, a día de hoy hay muchos ciudadanos que ni siquiera saben que su hipoteca tiene esta cláusula.
Entre los argumentos de la banca para intentar justificase estaba el hecho de que también se introducía una cláusula de valor máximo o techo, que normalmente rondaba entre el 12 % y el 20 %, valores irreales y difícilmente asumibles y que no guardan una semejanza con el suelo, siendo la relación entre ambos desproporcionada. Especialmente preocupante es el hecho de que un gran porcentaje de afectados por la cláusula suelo acaben teniendo problemas de morosidad. Curiosamente, mientras el Euribor baja, suben las ejecuciones hipotecarias.
En los delicados momentos que vivimos, cuando millones de hogares se podían estar beneficiando de la bajada del euribor, es indignante que una maniobra de la banca adultere las reglas del juego en su propio beneficio, asfixiando aún más la maltrecha economía de los ciudadanos; una banca que es rescatada con dinero publico. No cabe más que preguntarse: ¿y a los ciudadanos quién nos rescata?, ¿ no nos debe la banca un rescate a todos? En este caso como en muchos otros los poderes públicos tienen que estar al servicio de las personas, de los ciudadanos y no de la banca, cosa que actualmente y de forma lamentable no esta pasando.
Desde IU Almería hemos demostrado que se puede y se debe luchar contra estos abusos, con la creación de un grupo de trabajo que inició una campaña informativa hace unos meses, recorriendo la provincia y explicando en charlas talleres los caminos abiertos a los ciudadanos para reclamar contra este abuso bancario, asesorando directamente o a través de las redes sociales a multitud de almerienses y que ya han logrando la anulación de varias cláusulas suelo, e incluso en algún caso, el reembolso de todo el dinero cobrado de más desde el inicio del préstamo. Una campaña útil para los ciudadanos, que forma, informa y anima a organizarse en torno a un problema común, por encima de ideologías y prejuicios, y que crece y suma apoyos cada día. Unos ciudadanos que mandan mensajes de auxilio, porque no aguantan.
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