Emilio Ruiz
Caja Rural de Canarias forma parte, desde hace varios meses, del Grupo Cooperativo Cajamar, con el que forma un S. I. P. (Sistema Institucional de Protección), junto a otro grupo de cajas rurales locales. Las entidades integradas en S. I. P. consolidan sus cuentas, pero mantienen sus marcas y sus estructuras directivas. Sólo en el caso de ciertas operaciones necesitan el visto bueno de la matriz del grupo, en este caso la caja almeriense.
Una oficina de Caja Rural de Canarias |
El pasado mes de noviembre, más de cuatrocientos socios de Caja Rural de Canarias se plantaron ante su dirección con una propuesta concreta: la integración completa en Cajamar. La propuesta no fue acogida con agrado ni por el Consejo Rector en su conjunto ni por el presidente, Lucas de Saá, que siempre ha abogado por una permanencia temporal en el S. I. P. de Cajamar pero con el propósito de poder volar otra vez por libre a la vuelta de unos años, un deseo que el Banco de España no ve con buenos ojos.
Los socios “pro-Cajamar” consiguieron introducir un nuevo punto en el orden del día de la Asamblea General del día 21 de diciembre de este año. El propósito era conseguir la aprobación del inicio de los trámites necesarios para conducir finalmente a la entidad a la fusión con Cajamar, o más concretamente, con Cajas Rurales Unidas, que es la denominación social que ha adoptado Cajamar al fusionarse con Ruralcaja. De la asamblea ha salido un resultado contundente: con el 75 por ciento de los votos de los socios se ha aprobado avanzar en un estudio sobre la fusión con Cajamar. La propuesta será presentada a los socios en una nueva asamblea que se celebrará el próximo mes de junio.
Durante la asamblea se puso de manifiesto una vez más el divorcio que existe entre el Consejo Rector de Caja Rural de Canarias, que votó en contra, y la mayoría de los socios. El presidente de la entidad, Lucas de Saá, a la vista de que no iba a poder volcar la voluntad mayoritaria de los socios, adelantó acontecimientos y presentó su dimisión 48 horas antes de la asamblea. La dimisión fue aceptada sin muchas discrepancias.
Aún no se sabe si el presidente accidental, vicepresidente hasta el viernes pasado, Ángel López, será ratificado en el cargo o le buscarán un sustituto. Va a depender de su voluntad de querer encauzar adecuadamente el proceso hacia la fusión con Cajas Rurales Unidas.
Con todos los cambios producidos en los últimos meses, la cooperativa de crédito almeriense queda organizada de la siguiente forma: Cajamar será el nombre comercial de Cajas Rurales Unidas, la entidad surgida de la fusión Cajamar-Ruralcaja y a la que quiere incorporarse Caja Rural de Canarias. Cajamar-Cajas Rurales Unidas es, a su vez, la cabecera del S. I. P. Grupo Cooperativo Cajamar, en el que ahora mismo se encuentra integrado la caja canaria. También forman parte del S. I. P. almeriense las catorce cooperativas valencianas procedentes del Grupo Cajas Rurales del Mediterráneo (CRM) y las cuatro valencianas y la balear, además de la canaria, que formaban parte del Grupo Cooperativo Cajamar.
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