El "efecto Zoido" es un espejismo

Mónica Ureta 
Periodista / El Correo de Andalucía 

El PP andaluz ya no se fía de las encuestas. El fiasco del 25-M -cuando todos los sondeos le otorgaban una mayoría absolutísima- fue tan grande que los populares han aprendido la lección. No se creen los estudios, solo el resultado de las urnas, de ahí que ayer eludieran cualquier autocrítica tras la publicación del Barómetro de Opinión del IESA. La encuesta da un serio revés al PP de Juan Ignacio Zoido, al que la gran mayoría de los andaluces ni siquiera conoce (solo el 24,4%). De momento no consigue mantener -al contrario, casi lo destruye- el legado electoral de Javier Arenas, cuya sucesión aún no ha digerido el partido. El alcalde de Sevilla tiene un problema de liderazgo interno agravado por el carácter de interinidad de su mandato. No piensa despejar por ahora si será candidato a la Junta. Las duras medidas de Mariano Rajoy hacen el resto y sitúan al PP andaluz, según la encuesta, en sus horas más bajas.
Arenas y Zoido
Detrás de la pérdida de diez puntos en la intención de voto hay varias causas. Lo único que reconoce la nueva dirección del PP-A es la frustración que provoca en el electorado de su partido el haber estado tan cerca de San Telmo y no lograrlo. Eso y el inevitable "impacto" de los recortes del Gobierno del PP, aunque ahí los populares andaluces están convencidos de que ese rechazo "no se reflejará" luego en las urnas. En Galicia, Cataluña o País Vasco las medidas de Rajoy, a la hora de la verdad, no han pasado factura, dicen. La encuesta del IESA refleja todo lo contrario. Es Rajoy el que definitivamente hunde al PP de Zoido. La reforma laboral, la subida de impuestos, los recortes en sanidad y educación o la no revalorización de las pensiones son una pesada mochila para los populares andaluces. El 70% de los encuestados por el IESA desaprueba la gestión del Ejecutivo del PP y un 41,7% cree que trata a Andalucía peor que al resto de comunidades.

Otro de los datos del sondeo que debería alarmar al único partido de la oposición es el alejamiento del centro político, ese espacio electoral que le costó tanto trabajo conquistar a Arenas y que ahora, según la encuesta del IESA; peligra. Los entrevistados sitúan en este momento al PP andaluz a dos pasos de la extrema derecha (ocho sobre diez).

En el PP-A revisten de "normalidad" cualquier dato negativo e insisten en que el nuevo proyecto de Zoido debe rodar poco a poco, tras casi dos décadas de hiperliderazgo de Arenas. El alcalde de Sevilla, que tomó las riendas del partido forzado por Génova y por su antecesor, no piensa cambiar ni un ápice su estrategia política, esa que le llevó a arrasar en las municipales de 2011 pero que, de momento, no está dando el resultados esperado en el ámbito andaluz. Su idea es trasladar la micropolítica al Parlamento, huir de debates estériles y centrarse en los problemas que preocupan a la gente. Sin embargo sus careos quincenales con el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, en el Parlamento no logran levantar el ánimo de toda la bancada popular. Ahí la sombra de Arenas -un diestro orador- es alargada. A algunos en el círculo de Zoido les gustaría que el expresidente del partido dejara su escaño en la Cámara. Para evitar tensiones, Arenas acostumbra a salirse del pleno cuando Zoido comienza su pregunta a Griñán.

Una de las grietas de la sucesión que aún no se conseguido solucionar es cómo encajar a Javier Arenas en el nuevo PP andaluz. Hoy el presidente de honor del partido estará en Huelva con el secretario general, José Luis Sanz, en el primer acto público de agenda de Arenas en Andalucía tras su marcha en julio. El equipo de Zoido da por cerrada la etapa de Arenas en Andalucía pero admite que no se puede prescindir del número tres de Génova, al que muchos sitúan en un futuro en el Gobierno de Mariano Rajoy.

Si el futuro de Arenas está por escribir, el de Zoido tampoco está claro. El alcalde sigue sin desvelar si será candidato a la Presidencia de la Junta y no lo hará hasta que no se atisbe un horizonte electoral claro, a pesar de que varios dirigentes -sobre todo de Málaga, donde más ampollas levantó su nombramiento- hayan advertido de que esta indefinición daña al PP-A. "Puede pasar absolutamente de todo", admiten fuentes populares. Por si acaso, ya hay varios dirigentes listos para disputar la carrera hacia el Gobierno andaluz.

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