Javier Menezo
Letrado del INEM
Hemos conocido los datos de paro y afiliaciones a la Seguridad Social de noviembre y en Almería bajó, pero, al igual que en octubre, esa reducción fue la menor desde 2008. Un descenso así en los meses que tradicionalmente registran la mayor reducción no augura un buen 2013, aunque es creíble que a partir del otoño empiece a verse cierta reducción real del paro tras detenerse la llegada de emigrantes y la elevada incorporación de mujeres al mercado laboral registrada entre 2008 y 2011. Esta fue forzada por la pérdida del sueldo principal del hogar, normalmente el cónyuge, y en condiciones más duras como el trabajo en los almacenes. La recuperación del empleo masculino significaría el abandono de esa actividad coyuntural entre las mujeres de más edad y el descenso del paro sería más apreciable.
Volviendo al presente, tenemos que remontarnos a noviembre de 2004 para encontrar el mismo número de cotizantes a la Seguridad Social que el registrado este mes, 243.929. Ello significa que se ha perdido todo el empleo creado en ocho años. Si la población no hubiera crecido el problema sería menos grave, pero el elevado crecimiento de la población activa, la que trabaja o busca empleo, fue la principal característica de nuestro mercado laboral estos años y ahora supera en 70.100 a la de entonces. Pensemos que hubiera sido preciso crear 24 empleos cada día de los últimos ocho años para que la cifra de paro fuera la misma que entonces.
Sin embargo, por el principio de caja única, los datos de afiliación que más importan son los nacionales y estos también son malos. Reflejan una ratio de 1,8 cotizantes por cada pensionista que, sumado a las menores cotizaciones derivadas de la reducción salarial sufrida ya por muchos trabajadores, indican que el déficit de la Seguridad Social se agravará si no se adoptan medidas de recorte. La otra posibilidad, la buena, sería aumentar el número de afiliados pero ello supondría crear empleo, algo descartable en este momento. Así pues, nuevos recortes de la protección por desempleo parecen cercanos, por ese déficit y porque las previsiones del gobierno para 2012 han resultado erróneas requiriéndose un crédito extraordinario de 4.000 millones para pagar el paro.
Esas previsiones se hicieron pensando en que a muchos parados se les iría acabando la prestación. No fue suficiente y surgieron los recortes del decreto de julio, pero parece no bastar ante el aumento del paro. Por desgracia en Almería esas previsiones si aciertan, ya que con 10.000 parados más que hace un año, se gasta en protección 42 millones, 3 menos que entonces.
Volviendo al presente, tenemos que remontarnos a noviembre de 2004 para encontrar el mismo número de cotizantes a la Seguridad Social que el registrado este mes, 243.929. Ello significa que se ha perdido todo el empleo creado en ocho años. Si la población no hubiera crecido el problema sería menos grave, pero el elevado crecimiento de la población activa, la que trabaja o busca empleo, fue la principal característica de nuestro mercado laboral estos años y ahora supera en 70.100 a la de entonces. Pensemos que hubiera sido preciso crear 24 empleos cada día de los últimos ocho años para que la cifra de paro fuera la misma que entonces.
Sin embargo, por el principio de caja única, los datos de afiliación que más importan son los nacionales y estos también son malos. Reflejan una ratio de 1,8 cotizantes por cada pensionista que, sumado a las menores cotizaciones derivadas de la reducción salarial sufrida ya por muchos trabajadores, indican que el déficit de la Seguridad Social se agravará si no se adoptan medidas de recorte. La otra posibilidad, la buena, sería aumentar el número de afiliados pero ello supondría crear empleo, algo descartable en este momento. Así pues, nuevos recortes de la protección por desempleo parecen cercanos, por ese déficit y porque las previsiones del gobierno para 2012 han resultado erróneas requiriéndose un crédito extraordinario de 4.000 millones para pagar el paro.
Esas previsiones se hicieron pensando en que a muchos parados se les iría acabando la prestación. No fue suficiente y surgieron los recortes del decreto de julio, pero parece no bastar ante el aumento del paro. Por desgracia en Almería esas previsiones si aciertan, ya que con 10.000 parados más que hace un año, se gasta en protección 42 millones, 3 menos que entonces.
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