Quién fuera directivo público

Isabel Morillo 
Jefa de Andalucía de El Correo de Andalucía 

Ha sido nefasto este 2012 que concluye. Lo terminamos más pobres y con menos derechos. Médicos, enfermeros, profesores, policías… cualquier funcionario de a pie sabe lo que es que el Gobierno le meta la mano en la cartera apelando al sacrificio. Tragamos. Al fin y al cabo, quien tiene un trabajo hoy en día, por mucho que le roben derechos y le precaricen las condiciones laborales, cruza los dedos y da gracias por no estar en la cola del paro. Por eso rechina tanto la decisión final adoptada por el Gobierno andaluz de amnistiar al director general de la Radio Televisión Pública de Andalucía, Pablo Carrasco, que, pese a un recorte salarial notable en los últimos tres años, seguirá cobrando por encima del salario del presidente de la Junta. Seguirá siendo el empleado público mejor pagado de la comunidad, con 78.522 euros al año, tras un recorte del 43% respecto a 2009, informó la RTVA.

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Susana Díaz y Pablo Carrasco
Resulta difícil de digerir y además, compruébelo sacando el tema entre amigos, solo contribuye a que la gente se incline por despotricar contra las empresas públicas, cayendo en el discurso desmedido del Partido Popular, que pinta esas empresas como los brazos del “régimen”, un nido de enchufados socialistas o afines. “Que lo cierren, no se puede mantener”, coinciden a voces entre turrones y copas en cualquier casa la mayoría de los comensales.

Así cuesta trabajo defender la importancia de que exista una radio y una televisión a costa del erario público, con vocación de servicio público, con obligación de informar y dar voz a los colectivos más débiles, más invisibles, que difunda y protega la marca Andalucía, que vertebre una comunidad donde los agravios entre provincias hacen tanto daño. Es casi imposible colocar el mensaje de que la información es fundamental para una sociedad libre. Los comensales se disputan la palabra para contar barbaridades de los sueldos públicos. En la mayoría de los casos desinformados y faltando a la verdad. Telemadrid está siendo saqueada con casi un millar de despedidos y lo mismo en Murcia, Valencia o Castilla-La Mancha, donde unos cuantos hacen negocio con las televisiones públicas. En Andalucía, no ocurrirá, eso es importante, se ha apostado por lo público. Nadie en la mesa lo celebra. ¿Será el exceso de alcohol o de turrón? Todos vuelven al tema del sueldo.

Lo ocurrido con el director general de la RTVA no ayuda a proteger lo público sino todo lo contrario. Hay que remontarse al Presupuesto de hace dos años. En pleno estallido de la crisis, la Junta adoptó una medida ejemplar, signo de austeridad. Impuso un límite a los salarios de los directivos de las empresas públicas. Se inauguraban otros tiempos. Ninguno podría ganar más que el presidente de la Junta, que tras recortarse el salario ingresará 63.808 euros en 2013, entre los presidentes peor pagados, por cierto. Durante dos años, el forcejeo entre la Junta y sus empresas ha sido duro. La RTVA ha sorteado la ley. El pasado julio, dentro del duro plan de reequilibrio aprobado para las cuentas públicas, la Junta anunció que declararía de forma automática nulo cualquier sueldo que superara el del presidente andaluz. Así figura en el texto del Presupuesto andaluz que acaba de salir de la Cámara autonómica y donde también se pone coto a las indemnizaciones de estos directivos. La Consejería de Fomento, dirigida por IU, destapó y anuló millonarias indemnizaciones arbitradas por los directivos salientes de la Empresa Pública de Suelo de Andalucía. El asunto está ahora en los tribunales.

Ese mes de julio, cuando el sueldo de Carrasco debió de ajustarse inmediatamente al de Griñán, los trabajadores funcionarios e interinos de Canal Sur Radio y Canal Sur Televisión sí vieron recortarse sus salarios, se les tocó la jornada laboral, los trienios y otros complementos. El recorte sí se les aplicó de manera inmediata. Carrasco y su equipo directivo sortearon la medida hasta que la Junta ha cedido. Lo trató de explicar la consejera de la Presidencia. Aseguró que el sueldo de Carrasco bajaría hasta equipararse al del trabajador mejor remunerado. Habló Susana Díaz de “sueldos medios de 80.000 euros”. CCOO se apresuró a desmentirlo. La media, según convenio, es la mitad.

En una conversación informal con los periodistas, Díaz apeló a la necesidad de que exista más corporativismo en una profesión, el periodismo, machacada por la crisis y con los índices más altos de destrucción de empleo tras la construcción. No es corporativismo defender el sueldo de Carrasco. Eso es muy difícil de explicar con el dinero público, pagado con los impuestos de todos y cuando no hay funcionario en España que haya tenido tanta suerte. Corporativismo es pedir que en la RTVA se recorten directivos y pluses. Solo así los andaluces seguirán queriendo a “la nuestra”. Feliz 2013.

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