Almería, en tus manos


Pedro Mena Enciso
Profesor de Historia

El valor histórico y cultural de nuestra provincia está fuera de toda duda. En este sentido, y como almeriense, creo que es de vital importancia conseguir la difusión y el conocimiento de los tesoros que encierran los pueblos de Almería. Así, pensamos que todos debemos estudiar la historia y la riqueza patrimonial de la provincia con todo rigor pero, al mismo tiempo, con un enfoque didáctico-divulgativo para que llegue al mayor número posible de ciudadanos. Hemos recorrido la provincia y, desde luego, hay una serie de parajes de incomparable belleza por su valor cultural, artístico o natural. Cuando nos detenemos y sabemos contemplar ciertos paisajes paradisíacos, descubrimos un Patrimonio misterioso y casi desconocido para el gran público. Creemos que es necesario incrementar la labor de concienciación ciudadana por el conocimiento de la geografía e historia de una de las provincias  más emblemáticas de Andalucía: Almería. Cuestiones antropológicas, sociales, económicas y relacionadas con la mera supervivencia hacen de esta provincia nuestra un entorno con un pasado propio y con una geografía, gastronomía y cultura singular.

Refugios de la Guerra Civil
Si los pueblos de Almería encierran tesoros que multiplican la diversidad provincial, la capital  es hoy una ciudad moderna, con gran dinamismo y en constante crecimiento demográfico y económico-social. Nuestra ciudad se ha transformado y encierra grandes posibilidades culturales, artísticas, deportivas, gastronómicas…tanto para nativos como visitantes. En este sentido, es importante que los almerienses valoremos lo que tenemos y nos movilicemos en pro de su conservación y restauración. Además hemos de transmitir la idea de que Almería no es sólo turismo natural ya que, además de magníficos Parques como el de Cabo de Gata, cuenta con toda una oferta para convivir y enriquecerse en el tiempo de ocio que debemos cuidar y difundir.  A menudo, se desconoce que la ciudad cuenta también con un rico patrimonio histórico-artístico porque nuestros monumentos están vivos y, aunque se ha avanzado, hay que incrementar el interés por restaurarlos, transmitirlos a las nuevas generaciones y seguir  promocionándolos ambientando los barrios en que se ubican.

Durante las Navidades he recorrido nuevamente lugares emblemáticos de la capital y del Parque Natural de Cabo de Gata con amigos que visitaban Almería en estas entrañables fechas. Pero voy  a dejar para otro momento la descripción de tanta belleza natural como encierra el entorno provincial y centrarnos brevemente en el Turismo Cultural de la Capital: desde esa obra de ingeniería musulmana que es nuestra Alcazaba recorrimos los barrios más significativos: La Medina y el Arrabal de la Musalla (desde la calle la Reina a la Rambla Obispo Orberá) visitando sus monumentos y restos más característicos.

Me volvió a llamar la atención el laberinto de calles de la vieja Almedina, los restos de la antigua Mezquita Mayor (Muro de la Quibla y Nicho del Mihrab) y ¡cómo no! esa Catedral-Fortaleza auténticamente genuina en nuestro país. De la espléndida ciudad de los Siglos X y XI nos faltó el gran mirador de San Cristóbal con sus bellas vistas a la muralla de Jairán. Mis amigos quedaron impresionados por los Refugios de la Guerra Civil que tanto nos hacen pensar en esta historia nuestra tan llena de enfrentamientos entre nosotros mismos. Pudimos entrar en la Iglesia de las Puras con su magnífico retablo Barroco y visitar brevemente la Patrona y la Escuela de Artes para dirigirnos a esa Almería transformada con ejemplos tan significativos como el Teatro Apolo, Teatro Cervantes y Círculo Mercantil, la Casa de los Puche y el  Cable Inglés entre otras curiosidades de esta Almería de Cine.

La Administración Local ha entendido el mensaje de dar a conocer la riqueza del patrimonio histórico-artístico y urbanístico de Almería. Creo que es el camino acertado para que nos valoren y demos una imagen de la ciudad que sorprenda al viajero por su riqueza y haga que merezca la pena “perder” unos días en Almería para aprender y descubrir todo lo que atesora la ciudad desde su fundación. Como profesor y estudioso de la historia local me he mostrado con frecuencia crítico debido a la pasividad de políticos e instituciones que poco o nada han hecho por sacar a Almería del vacío cultural en que se hallaba. Por eso, cuando me encuentro con nuevas iniciativas, eventos y visitas guiadas que permanecen en el tiempo no tengo más remedio que dar la enhorabuena a los responsables y animarlos a continuar trabajando en esta dirección.

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