Cajamar borra a Ruralcaja de sus oficinas

Valencia Plaza

Redacción

Cajamar no ha tardado ni tres meses en empezar a sustituir los rótulos de las oficinas de Ruralcaja o del grupo CRM por los suyos. La absorción de la caja rural valenciana por parte del grupo almeriense ha supuesto la eliminación de la marca Ruralcaja y también de la de Grupo CRM. 

Oficina de Cajamar

Varias oficinas de Valencia de la antigua rural local ya han dejado de lucir su marca y la tradicional espiga que representaba al Banco Cooperativo, al que Cajamar no pertenece, y han empezado ya no solo a operar como Cajamar -la integración del sistema se hizo a finales del año pasado- sino que han borrado ya cualquier recuerdo de las cajas valencianas.

Antes de que se acelerase la fusión el verano pasado y que se desvelasen los graves problemas que tenía Ruralcaja, con amenaza de intervención incluída, los directivos de la rural valenciana mantenían que la integración de las dos entidades tendría un periodo de adaptación de la marca. Incluso no se descartaba que se pudiera crear una nueva imagen para el resultado de la fusión. Pero la realidad se ha impuesto, y Cajamar, que ha apartado a cualquier directivo de Ruralcaja de la nueva estructura, ha iniciado un proceso irreversible de homogeneización de toda su red. 

Los cambios, que se iniciaron hace un par de semanas en algunas oficiana de barrios periféricos de la ciudad, como Benimaclet, se hicieron visibles este jueves en la city local, donde Cajamar colocó su luminoso en la que fue oficina de Caixa Rural de Torrent -Pintor Sorolla con Doctor Romagosa- y que hasta ahora lucía un carte de Grupo CRM. 

Con el inminente cambio de los rótulos de Bancaja por los de Bankia, incluída la sede central de Pintor Sorolla, las evocaciones al antiguo sistema financiero valenciano cada vez son menores.