Cajamar invita a las demás cajas rurales a sumarse a su grupo

Miguel Ángel Valero 

Periodista 

Tras la integración de Cajas Rurales del Mediterráneo, el grupo de 17 entidades impulsado por la valenciana Ruralcaja, Cajamar, a través de Cajas Rurales Unidas (CRU), controla la mitad del sector. La rural almeriense, la mayor cooperativa de crédito de España, aportó a CRU las diez entidades de su Grupo Cooperativo, y posteriormente se sumaron al proyecto las rurales de Vila-real y de Sant Vicent Ferrer de la Vall d’ Uixó. En total, 29 entidades, que suman más de 52.600 millones de euros en activos, y suponen una de cada tres oficinas y uno de cada tres empleados de las cajas rurales.

Nueva oficina de Cajamar
en Tudela

Pero Cajamar, una vez encauzada la fusión con Ruralcaja como una absorción (en la entidad almeriense prefieren el término “rescate”), quiere más. Además de CRU, en el sector hay tres grupos interregionales: el Ibérico, con tres entidades (Sur, Extremadura y Córdoba), con unos activos de unos 7.000 millones de euros; Solventia, con seis y 1.000 millones en activos; y Caja Viva, con cuatro, que suman activos por 1.400 millones. Y dos regionales: Globalcaja, en Castilla-La Mancha, con cuatro y unos activos de 4.800 millones; y Bantierra, en Aragón, fruto de la fusión de Cajalón y Bantierra, con 6.000 millones.

A diferencia de Cajamar, y de CRU, estas integraciones permanecen en el Grupo Caja Rural, que posee un banco, el Cooperativo Español; una aseguradora, RGA, y una sociedad de servicios informáticos, RSI. En la entidad almeriense replican que el Grupo Caja Rural es “una mera asociación que no tiene proyecto de integración“, cuando la “asignatura pendiente” del sector “es la eficiencia“.

Desde Cajamar se lanzan a las cuarenta cajas rurales que permanecen al margen del proceso de concentración del sistema financiero mensajes respecto a que la entidad está “abierta al diálogo“. Recuerdan que una mayor dimensión “facilita muchísimo” la ganancia de eficiencia. El presidente del grupo, Juan de la Cruz Cárdenes, subrayó en la asamblea general de Cajamar que CRU “siempre está abierta al diálogo con aquella entidad que quiera hacer un movimiento“, aunque también reconoció que “no hay nada sobre la mesa” en esos momentos.

La referencia

En Cajamar no ocultan su preferencia porque “a medio plazo” quedara un solo grupo, que todas las cajas rurales operaran “bajo un mismo paraguas“. Evidentemente, CRU. Algo complicado, porque muchas entidades rechazan la voluntad de predominio de la almeriense, y esa desconfianza hacia el poder de Cajamar ha aumentado tras el desenlace de la fusión con CRM/Ruralcaja. Juan de la Cruz Cárdenas habla de “una familia un poquito mal avenida”.

En cualquier caso, en Cajamar recuerdan que el sector de cajas rurales “tiene que seguir moviéndose“, porque se está produciendo un “cambio brutal del escenario financiero“, en el que “van a quedar muchas menos” entidades. Juan de la Cruz Cárdenas tiene claro que Cajamar y CRU son “la referencia” del sector de las cajas rurales. “No se podrá hacer un movimiento de integración en el sector sin contar con nosotros“, enfatiza. “Siempre estaremos abiertos al diálogo con aquellas entidades que entiendan que somos un referente válido“.

(Diario Abierto)