Emilio Ruiz
Los ministros de Economía y
Finanzas de la zona euro (Eurogrupo) han aprobado este lunes el desembolso de
los 1.865 millones de euros comprometidos para recapitalizar los cuatro bancos
españoles incluidos en el llamado “Grupo 2”, el grupo formado por los bancos
que van a recibir ayudas públicas sin necesidad de ser nacionalizados. Estos 1.865 millones se suman a los 36.968
millones recibidos en el primer tramo de la ayuda, destinados a sanear las
cuatro entidades nacionalizadas: Bankia, Novagalicia, Catalunyacaixa y Banco de
Valencia. La nueva partida se hará efectiva el día 6 de febrero.
El futuro de muchos bancos es incierto |
El “Grupo 2” está conformado por
los bancos Liberbank (el banco de las fusionadas Cajastur, Caja Extremadura y
Caja Cantabria), Caja3 (Caja Inmaculada, Caja Círculo y Caja Badajoz), BMN (Cajagranada,
Cajamurcia, Caixa Penedés y Sa Nostra) y Ceyss (el banco de Caja
España-Duero). Los cuatro se han
comprometido a cumplir unas estrictas condiciones impuestas por Bruselas y
selladas en un llamado Memorando de Entendimiento (MoU), que recoge las
condiciones de la ayuda financiera de hasta 100,000 millones de euros que fue
concedida a España por sus socios europeos en julio. Las condiciones para estos
cuatro bancos pasan por realizar un profundo ajuste de plantilla y de oficinas
y establecer su ámbito de actuación limitado a su territorio natural de procedencia.
¿Qué futuro depara a estos cuatro
bancos del “Grupo 2”? Veámoslo:
Caja 3 recibirá 407 millones de euros. Se da por
hecha la absorción por Ibercaja una vez que ceda al Sareb (el “banco malo”) 770
millones de euros en activos tóxicos.
Liberbank va a recibir 124 millones de euros. Su futuro es muy
incierto. Sus actuales gestores siguen empeñados en buscar una capitalización
con la salida a bolsa, una medida extremadamente arriesgada. Los antecedentes
de salida a bolsa de Bankia y de Banca Cívica no conducen al optimismo. La venta de participadas no es suficiente
para cubrir sus necesidades de capital. Futuro incierto, pues.
BMN recibirá 730 millones de euros. También saldrá a Bolsa. Ha vendido su red
en Cataluña al Sabadell y va a seguir haciendo caja con la venta de sus
participadas. Parte con una ventaja: el ministro de Economía, Luis de Guindos,
fue consejero de la entidad y presidente de su comité de Auditoría. Un fracaso
de la viabilidad del banco sería también un fracaso del propio De Guindos.
El mayor problema está en Banco Ceiss, el banco
constituido por las cajas castellano-leonesas. Va a recibir 604 millones para hacer frente a un déficit de
2.063 millones. Transferirá al banco malo unos 717 millones. El futuro del
banco de Caja España-Duero es el que más preocupa a Luis de Guindos… y también
a Braulio Medel. Desde 2011 hay firmado un acuerdo de fusión con Unicaja, pero
las cambiantes exigencias de las autoridades supervisoras españolas y europeas
impiden una materialización del acuerdo. El comisario Almunia ha amenazado a
Medel con retirarle sus presuntos derechos de preferencia si esperaba a que se llevaran
a cabo todas las ayudas públicas. El Banco de España, por su parte, no está por
más nacionalizaciones y podría optar por el camino de la disolución ordenada
del banco si no hay ninguna otra entidad interesada en hacerse con el
mismo. En la Consejería de Economía de
Castilla y León no entienden nada, pues lo que han sido grandes facilidades
para la subsistencia de todas las demás entidades, para la suya no hay más que
obstáculos. Pero Medel lo tiene claro: antes solo que echarse la soga al
cuello. Habrá noticias en las próximas semanas.
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