Las mamandurrias del PP

Marcial Vázquez

Teleprensa

Si a alguien de Ferraz le hubiesen encargado que escribiera un guión demoledor contra el PP no habría podido afinar tanto como con lo sucedido en estas últimas 48 horas a nivel político. La derecha se librará del colapso porque la democracia en España está enferma, y los votantes del PP perdonan que sus políticos sean unos embusteros, unos mediocres y algunos de ellos unos chorizos, porque para que robe el del PSOE mejor que robe uno de los nuestros. Una teoría realmente equivocada, porque en este país, desde hace algunos años, quien más frecuenta el latrocinio, y con diferencia, es la derecha patriótica y de agua bendita que se da golpes en el pecho cuando ve a dos hombres besándose pero luego dejan a 21 municipios sin Urgencias de noche. Hace ya muchos meses que escribí lo que ahora muchos han descubierto: que Cospedal era un peligro para la democracia y que es mucho peor que Arenas. Y no quiero decir con esto que Arenas no haya sido un cáncer para la derecha en Andalucía y también en España, como cuando formó con Camps la alianza para mantener a Rajoy en el cargo y liquidar las hipotéticas intenciones de Esperanza Aguirre, la cual ha sido uno de los mayores fiascos del liberalismo y una de las principales farsantes en la actualidad.

Hay que señalar que para el PP la salida de la crisis de España es la entrada en la pobreza. Quieren devaluarnos como país y como sociedad porque lo único que le preocupa a Rajoy es complacer a Merkel para que no le aplique la “solución Monti”. Y a partir de aquí se explica todo lo demás, incluida una vicepresidenta que después de aplaudir a rabiar en el pleno en donde se realizaron los recortes más duros de nuestra reciente historia, se pone a llorar cuando habla de los desahucios y nos explica que es algo que nos podría pasar a cualquiera. A cualquiera no. Seguro que a ti y a la mayoría de miembros del PP no solamente no os podrían desahuciar nada sino que en vuestra vida habéis conocido ni el esfuerzo ni el dolor, aunque algún golpe contra la mesa os habréis dado en vuestras carreras frenéticas y abyectas a la hora de ocupar despachos y acumular cargos. Ya lo dice Esperanza Aguirre: “la política debe ser algo transitorio”. Y lo dice la que lleva más de 30 años subida a un coche oficial, pero así es nuestra derecha: inmoral consigo misma e inquisidora con los demás. ¿Para qué está la ley? Para sacar de la cárcel a Carromero y para que Gallardón indulte a un kamikaze que mató a 3 jóvenes y que, casualmente, llevaba el bufete donde trabaja uno de los hijos del ministro de Justicia.

El problema de tanta desvergüenza es que no parece conocer límites, siempre hay alguien que lo supera al día siguiente en Génova 13. Con decir que el miércoles el PP emitió una nota donde negaba que hubiesen cerrado puntos de Urgencias nocturnos, se dice todo. Al día siguiente, el jueves, los jueces ordenan revocar esos cierres y mantener las Urgencias abiertas, algo que no entiendo, porque de creer a Cospedal no se puede revocar un cierre de algo que no se ha cerrado. Pero aquí no acaba la cosa, sino que la fiesta del robo a manos llenas y la mentira sin remisión no se detiene.

Hoy “el Mundo” publica que Bárcenas, supuestamente, habría dado sobresueldos en dinero negro a ciertos altos cargos del PP. Y aquí está la clave que arrojaría luz a muchas de las situaciones surrealistas que se dieron cuando se imputó, por primera vez, al ex tesorero del PP. Yo no sé si llegados al punto alguien del partido dimitirá, porque después de la doctrina “Duran i Lleida” todo es posible en esta derecha peninsular que en sinvergüenzas son lo mismo tanto la española como la catalana, pues no hay nada más parecido al PP que CiU.

Y ya para rematar la semana aparece Ana Botella echando por tierra a las NNGG del PP, porque dice que los jóvenes se deben dedicar a estudiar o a trabajar. Algo complicado porque las tasas universitarias son prohibitivas para muchos, y del trabajo mejor ni hablemos, porque si no eres familia del PP es imposible encontrarlo. ¿A dónde se dirige el PP? Sencillamente a entrar en una peligrosa espiral donde puede hacerse realidad aquello de “morir de éxito”. “Si estos señores recuperan el poder van a venir con unas ganas de revancha que a mí, personalmente, me dan mucho miedo”. Esto lo dijo Polanco en el 2007.