Palomares, 47 años después, sigue sin limpiarse


A. del Campo
El Plural

El 17 de enero de 1966 un choque entre un bombardero y un avión nodriza estadounidenses sobre territorio español provocó la caída de cuatro bombas sobre la localidad almeriense de Palomares. Han transcurrido 47 años y hoy Ecologistas en Acción denuncia que aún no se ha limpiado la tierra contaminada con plutonio y americio, que la situación se agrava año a año  y que en 2013 vencen los alquileres de las parcelas afectadas.

El famoso baño de Fraga
Recién comenzado el año 1966, un bombardero estratégico B-52 chocó con un avión nodriza mientras repostaba en vuelo. A causa del siniestro, la nave dejo caer las cuatro bombas termonucleares, de al menos. un megatón cada una que portaba. Dos de esas cuatro bombas se abrieron contaminando el territorio con el material radiactivo que llevaban dentro. Se formó una nube de partículas que, dispersada por el viento, hizo que sus componentes se depositaran en una zona de monte bajo, campos de cultivo y zonas urbanas. Las otras dos bombas se localizaron intactas, una en tierra y la otra en el mar.

Paco el de la bomba mejor que la Navy
El
ejército estadounidense llevó a cabo una rápida operación para la recuperación de las bombas y la limpieza del material radioactivo. El campamento Wilson era el enclave militar USA que buscaba las bombas. Ante la ignorancia de los pobladores que no eran informados de lo que ocurría, encontraron  tres fácilmente. Pero no había forma de localizar la perdida en el agua. Dos meses estuvieron trabajando 43 barcos, 2.200 marineros, 130 hombres rana y 75 científicos con vehículos submarinos. Frente a los potentes efectivos navales de Estados Unidos, fue un pescador, Francisco Simó, el que al fin encontró la bomba un 7 de abril. El hombre estuvo faenando el día del suceso y vio caer el artefacto. Desde entonces se le conoció popularmente como “Paco el de la bomba”.

Peor que las pruebas atómicas
Las operaciones de limpieza que se realizaron en la época dejaron en Palomares aproximadamente medio kilo de plutonio y algunos equipos contaminados. “Nada se hizo hasta que el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) tomó la iniciativa”, señala Ecologistas en Acción. Dicen los expertos que a finales de los años 1980, la contaminación residual era de 2500 a 3000 veces superior a la de las pruebas atómicas. El plutonio 239 es el utilizado para las armas nucleares. Su vida media es de más de veinte mil de años.

El baño de Manuel Fraga
Palomares ostenta el desgraciado titulo de ser la localidad más radiactiva de España, si bien el régimen franquista hizo todo lo posible para quitar hierro al asunto hasta el punto de que el ministro de Turismo, Manuel Fraga Iribarne, junto al embajador estadounidense, se bañó ante las cámaras en las playas de la zona para evitar rumores sobre la peligrosidad de las aguas que podrían haber llevado a que los turistas no visitaran España. Entre otras situaciones chuscas, los documentos de la época plasman a la guardia civil realizando labores de recogida del material contaminado a mano desnuda frente a los sofisticados equipos de protección de los soldados norteamericanos.

Informes secretos
No se conocen resultados de estudios epidemiológicos realizados a los agentes de la Benemérita o sobre la población que colaboró en estas tareas. Una serie de informes médicos fueron mantenidos en secreto por la dictadura franquista hasta que el Gobierno socialista los desclasificó en 1986. Estos informes de monitorización médica del caso Palomares reflejaban que el 29 % de la población presentaba restos de plutonio en su organismo. Actualmente, unos 150 vecinos de Palomares que vivieron aquel suceso siguen teniendo revisiones médicas anuales para realizarse análisis de sangre y orina.

50.000 metros cúbicos de tierra contaminada
“Desde 2004 hasta 2010 se procedió a evaluar la contaminación y a vallar los terrenos contaminados para impedir el acceso del público y el movimiento de tierras. En estos momentos se encuentran valladas cuatro parcelas que suman unas 60 hectáreas y que contienen unos 50.000 metros cúbicos de tierra contaminada. La solución del problema pasa por llevarse la tierra contaminada y dejar el terreno expedito para otros usos. Y debería ser EEUU quien se hiciera cargo de esta gran cantidad de residuos con plutonio”,  explica Ecologistas en Acción.

De plutonio a americio, más riesgo
Aunque afirman que puede decirse que al día de hoy no hay riesgo en consumir productos de Palomares o vivir en la zona, los ecologistas resaltan que “con el paso del tiempo la situación se agrava. Una parte del plutonio se va transformando en americio, más peligroso radiológicamente. Además, los agentes naturales van dispersando la contaminación, haciendo que aumente el volumen de tierra contaminada.

Termina el alquiler de las parcelas
“Por otra parte, a lo largo de 2013 expirarán algunos de los alquileres de parcelas contaminadas sin que la situación haya sido solucionada. El CIEMAT expropió algunas parcelas y otras las alquiló con la voluntad de retornar éstas a sus dueños tras la limpieza” Ecologistas en Acción muestra su preocupación “ante la total parálisis en la limpieza del territorio de Palomares”. La organización reclama que las autoridades españolas y las estadounidenses “retomen las negociaciones para proceder a la limpieza final de los terrenos contaminados. Sería el cierre definitivo de este problema que dura ya demasiado tiempo”.

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