Teleprensa
Editorial
Los ciudadanos de Almería nos encontramos en un mar de dudas con este
embrollo del Patronato de Turismo. Dice el equipo de gobierno de la Diputación
Provincial, o más bien su vicepresidente -que es quien está dando la cara en
este asunto y casi el único que habla del tema, en un exceso de protagonismo que
veremos a donde le lleva más allá de la intermunicipal de este fin de semana que
va a tener el PP en esta provincia-, que hay facturas dobles de viajes, pagos de
salidas realizadas por personas que ni siquiera salieron de la casa en las
fechas en las que se especifica y un largo etcétera.
Javier Aureliano García, vicepresidente de la Diputación, muestra algunas de las facturas supuestamente ilegales |
Sin poner en duda que nada de eso sea mentira, lo que cuesta mucho trabajo de
entender es que todo ello suceda sin que nadie se entere o con la complicidad de
todos y sólo salga a la luz cuando se produce un cambio de siglas en el
gobierno. Es decir, que de ser cierto de nada sirve un sistema democrático,
mientras uno gobierne en mayoría. Ni secretarios, ni interventores, ni, por
supuesto, la oposición pueden evitar tropelías y desmanes. Así las cosas, el
pobre dinero público que todos aportamos en forma de tributos y que tanto nos
cuesta sacar adelante, es usado sin ton ni son por cualquier abusón de turno sin
control ni capacidad por parte de nadie para frenarle. Y si esto es así, una vez
más habrá que revisar esta democracia que tanto nos está fallando últimamente y
por supuesto la organización de la administración para que sea mucho más
transparente y objetiva en sus actos. Porque aún estando en mayoría, el sistema
debería poder permitir a la minoría frenar cualquier intento de
malversación.
Al final, veremos si no queda todo en una confusión de partidas y poco más
porque a pesar de la gravedad que unos y otros han querido imprimir a este tema
con sus declaraciones más bien subidas de tono lo cierto es que Javier Aureliano
García sólo nos acierta a decir que 'supuestamente' se ha robado -hasta ahora
los delitos se cometían y lo que nadie entraba a enjuiciar es la autoría de los
mismos que sólo un juez puede dirimir-, y si a estas alturas no tenemos ni claro
que hay delito ni cuál es, ¿de qué estamos hablando?
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