Manuel Bohórquez
Crítico de Flamenco
Almería tiene desde hace tiempo a Rocío Segura entre sus mejores cantaoras, una artista joven que aprendió a cantar en su propia casa escuchando a su madre, la cantaora onubense Antonia López, sin desdeñar los impagables consejos de su padre, Antonio Segura, uno de los mejores aficionados de esa ciudad tan hermosa. Unida sentimentalmente al gran guitarrista cordobés Antonio Patrocinio hijo, entre ambos han creado su última obra, Sueños del alma, una mixtura de piezas clásicas flamencas y otras de nuevo cuño, que interpreta con una voz de gran frescura.
Rocío Segura |
Cuando aborda los cantes clásicos, como la taranta (Tú la joya y yo el joyero), la seguiriya (Sin compasión) o la granaína (La rosa), esta cantaora da mejor la medida que cuando hace cosas nuevas, aunque son muy bonitas las alegrías (Los ojos de mi niña), que interpreta un poco forzada, sin controlar el volumen, lo que desluce algo su preciosa voz.
Es una gran seguidora de la Niña de los Peines a la que recuerda en cuplés por bulerías. También suele elegirla como modelo para las seguiriyas, uno de los cantes que más domina esta cantaora. Bonito disco, sin duda, cuidado y fresco.
(El Correo de Andalucía)
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