Mónica Ureta
Periodista / El Correo de Andalucía
Minutos de gloria pensaba vivir el PP andaluz en la cumbre local de este fin
de semana en Almería, una intermunicipal que pretendía mimar al partido en
Andalucía, que no pasa por su mejor momento. En vez de eso, el encuentro ha sido
uno de los tragos más amargos y difíciles para los populares, que han tenido que
enfrentarse al escándalo de los supuestos sobres de dinero negro que pagó el
extesorero del PP Luis Bárcenas a la cúpula popular durante años. La mancha de
corrupción ha empañado la cumbre y ha estallado en uno de los momentos más
complicados del PP-A, con una sucesión sin digerir, Juan Ignacio Zoido como
líder interino, sin candidato a la Junta y con una notable pérdida de apoyo de
su electorado, según las encuestas. Además, el caso Bárcenas salpica al que
durante dos décadas ha sido el líder indiscutible del PP andaluz, Javier Arenas,
exsecretario general del PP cuando presuntamente se repartían las comisiones y
que algunos en la actual dirección andaluza consideran que no se ha marchado del
todo de esta tierra. El presidente del Gobierno y del partido, Mariano Rajoy,
salió ayer en su defensa un día después de que se evidenciara la soledad de
Arenas en Génova.
Todo el PP en El Toyo |
Rajoy cenó el viernes por la noche en Almería con un grupo de dirigentes del partido en el que estaba Arenas. Horas antes, cuando un diario reveló la información de los sobres en B, la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, dijo que ella frenó esta práctica ilegal, que Arenas se resistió y sentenció: "Que cada uno aguante su vela". La enemistad de la presidenta manchega con el andaluz es vox pópuli, igual que el divorcio de Arenas con Esperanza Aguirre, que ha pedido investigar la corrupción en sus filas.
Además, salió a la luz una carta que El Bigotes, responsable de una de las empresas de la trama, envió a Arenas cuando era secretario general pidiendo su mediación para cobrar una deuda del PP gallego. Estos vínculos con el Gürtel, que el PSOE-A ha tratado durante años de sacar partido, no han tenido, sin embargo, ningún recorrido judicial para Arenas.
Ahora vuelve a estar en el punto de mira y ese protagonismo indeseado es otro revés para el PP andaluz. Zoido aseguró el martes que Arenas era el "mejor político de Andalucía", un "referente". En la cumbre de Almería ningún miembro de la dirección andaluza le ha defendido en público, claro que han actuado como si el escándalo de Bárcenas no existiera. Ni una palabra al respecto. "Todo es falso", aseguró a este periódico un portavoz. El PP-A ha optado por la estrategia del ventilador y tanto el líder como el número dos, José Luis Sanz, han proclamado que la corrupción es cosa del PSOE, por el caso de los ERE. El vendaval de los pagos en B podría tener otra consecuencia colateral para el PP andaluz, esto es, que Rajoy no tenga entre sus prioridades autorizar en 2013 el nombramiento de un candidato a la Junta distinto que Zoido, algo que, con toda probabilidad, provocará un relevo en el partido. Es una incógnita quién será el nuevo referente.
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