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A lomos de la corrupción


Isabel Morillo
Jefa de Andalucía de El Correo de Andalucía

El Partido Popular en Andalucía hizo su última campaña electoral “A lomos de la corrupción”. Lo dejó así escrito, bajo ese magnífico titular, la periodista Isabel Pedrote, sin duda la profesional que mejor ha narrado en los últimos años la vida interna del partido de la oposición en Andalucía. El caso de los ERE, una presunta trama corrupta, con más de 60 imputados, que investigan los tribunales y que desvió dinero de los fondos públicos de Empleo fue traducido por el PP andaluz en: “Paraísos fiscales, cocaína, juergas y borracheras de los altos cargos” (en palabras exactas del entonces número dos y fiel escudero de Javier Arenas, Antonio Sanz). Con ese mensaje, los populares machacaron durante meses en cada plaza de pueblo de Andalucía. Por eso, ahora más que nunca, el PP andaluz tiene que reinventarse y soltar la trilogía de parro, despilfarro y corrupción que guió con éxito su discurso político de los últimos años. Habría que tener la cara de cemento armado, y seguro que los actuales dirigentes del partido no la tienen de esa naturaleza, para salir al ruedo sin mencionar la basura que rodea al PP y tratar de erosionar al contrario con las miserias de la casa de los socialistas.

Rajoy, Cospedal y Arenas
Después de que haya estallado el caso Bárcenas y la presunta corrupción instalada en la cúpula del PP acose a los dirigentes públicos más notables del partido, no sirve que los líderes populares salgan a despotricar contra los ERE andaluces. Eso solo hace inflamar más la calle y elevar la indignación. ¿Puede el PP andaluz seguir pidiendo la cabeza política del presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, cuando muchos de los suyos piden ya la de Mariano Rajoy? ¿Pueden pedir al presidente andaluz que dé la cara cuando él ha comparecido en una comisión de investigación en el Parlamento andaluz y el presidente del Gobierno de España pretende liquidar un caso que sacude los cimientos de la democracia española enseñando su renta?

El PP de Javier Arenas encontró la pasada legislatura un filón. Y lo aprovechó. Estaban convencidos, aunque todo se les truncó en el último minuto, que el vergonzoso caso de corrupción en Andalucía tejido con el dinero de los parados andaluces iba a catapultarlos al poder y a San Telmo. Hasta Mariano Rajoy entró al trapo y en un mitin en Almería bajó al fango de los ERE. Las hemerotecas están ahí. Esto dejó dicho Arenas sobre Chaves y Griñán en aquel acto del pasado marzo: “Dicen que defienden a los débiles, pero los que hacían era repartir en secreto el dinero público, sin que nadie se enterara, solo a los amigos, y de eso es de lo que tienen que responder los presidentes, la responsabilidad les alcanza”. Tremendas palabras vistas ahora desde la perspectiva del caso Bárcenas y los supuestos sobres de dinero negro que durante años cobraron los más insignes dirigentes del PP, incluido Arenas, según las anotaciones de la contabilidad del extesorero que han saltado a la luz. Los inculpados lo niegan todo pero las pruebas están ahí y ni su propio electorado les cree. Según una encuesta elaborada por el Gabinete de Estudios Sociales y Opinión Oública (Gesop) para Grupo Zeta y publicada por este periódico, el PP se desploma y la mitad de sus electores no se creen nada de lo que están contando. Posiblemente en Andalucía, los indicadores sean hasta mucho peor.

El PSOE andaluz asegura que no va a disparar al PP en Andalucía con el caso Bárcenas. Lo harán seguro, antes o después, porque la destrucción del adversario parece estar en los genes de los políticos que nos representan. Pero sí es verdad que la consigna que ha dado el secretario general del PSOE-A, José Antonio Griñán, dista mucho de aquel guión de palabras gruesas y ofensivas que utilizaron los populares en la pasada campaña electoral. Muchos dirán que los socialistas andaluces no se han lanzado al degüello del PP porque la justicia no ha hecho nada más que empezar a tirar del hilo del caso ERE. Lo dirá el tiempo. Los socialistas defienden que nada tiene que ver ambas casos y hablan de altura de miras, de daño  a la democracia, de que está en peligro la confianza de los ciudadanos en las instituciones públicas y de un pacto de regeneración de la política. Esta semana los partidos en Andalucía están convocados para hablar de transparencia. ¿Es posible que con la que está cayendo sean sensatos, asuman su falta de crédito, pidan perdón por sus errores y pongan sobre la mesa reformas legales que eviten que la corrupción campe por sus anchas por la vida política española? Ojalá que la respuesta fuera un monosílabo: Sí. Pero ya se sabe lo que le cuesta a los políticos responder con monosílabos. Algunos, como Rajoy, es que directamente prefieren ni responder.

2 comentarios:

  1. Anónimo3/2/13 21:30

    Si ahora el PP no puede hablar del PSOE porque está pillado, la cosa es que ni PP ni PSOE son dignos ni son honrados...Entonces que tenemos ¿insumision Fiscal y bancaria.....ó Jueces...ó Militares...ó irnos y dejarlos solos....ó que cada provincia se Independice como quiere la región de Cataluña.....ó qué

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  2. Anónimo4/2/13 16:08

    Que pesaícosssssssss con el mismo tema en esta página, que aburridos, poner otras opiniones................................VIVA EL CARNAVALLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLL

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